El Real Madrid vuelve a la Liga luego del parón de selecciones con una tarea difícil por delante: recuperar los doce puntos que lo separan del líder, su eterno rival, Barcelona. Y aunque las posibilidades de título son escasas, los blancos no renuncian a luchar y dar la cara hasta el final. El próximo reto es mañana ante el Real Valladolid.
Después de perder el clásico ante el Barça (2-1), el Real Madrid apuesta todas sus cartas a la Champions y a la Copa. En la competición europea, los merengues se enfrentarán en cuartos de final al Liverpool de Klopp, uno de los favoritos al título y un rival de altura con el que deberán dar su mejor versión futbolística.
La Copa del Rey, por su parte, se presenta como una oportunidad para levantar un trofeo en una temporada irregular y muy exigente. Los blancos tienen actualmente un pie en la final tras ganar el partido de ida de las semifinales al Barça (1-2) en el Camp Nou. El miércoles 17 de marzo, el Santiago Bernabéu verá otro capítulo del clásico español en la vuelta de una eliminatoria que promete emociones fuertes.
Pero antes de pensar en el Barça, el Real Madrid debe centrarse en el partido que disputará mañana ante el Real Valladolid. Un encuentro que se presenta trascendental para las aspiraciones madridistas en Liga y que podría marcar el devenir de la temporada.
Ancelotti tiene algún que otro problema en defensa con la baja por lesión de Mendy, pero confía en su plantilla para hacer frente a los desafíos que se le presentan. El técnico italiano podría dar entrada a alguno de los menos habituales para dosificar a sus jugadores y no arriesgar en exceso ante un rival incómodo.
En cualquier caso, la afición madridista espera una reacción de sus jugadores y una respuesta positiva en el campo tras una serie de resultados adversos. El equipo debe recuperar la confianza, la solidez defensiva y la pegada arriba para tratar de acortar distancias con un Barcelona que ha demostrado ser muy regular y regularidad es lo que le ha permitido ser lider en una liga muy pareja.
El Real Madrid se juega mucho en cada partido y la afición les sigue apoyando incondicionalmente. Aunque el título de Liga parezca improbable, los merengues no bajan los brazos y luchan por sus objetivos con perseverancia y compromiso. Todos los partidos son importantes y el de mañana no es la excepción. El Real Madrid tiene que demostrar que puede superar las adversidades y ganar este encuentro para seguir soñando con una temporada exitosa en el plano europeo y nacional.
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