Desde que en enero se inició la negociación entre la empresa y la representación social, las conversaciones se han estancado debido al rechazo sistemático por parte de la compañía a las propuestas orientadas a la recuperación del poder adquisitivo perdido en los últimos cuatro años. Esta situación ha desembocado en una jornada de huelga de ámbito nacional en el día de hoy.
A pesar de que Iberdrola, en el pasado mes de febrero, reportó beneficios históricos que superaron los 5.600 millones de euros en 2024, de los cuales el 52,49 % provienen del negocio en España, las ofertas salariales presentadas hasta ahora no garantizan ni siquiera el Índice de Precios al Consumo (IPC).
La falta de consenso ha generado tensiones entre la empresa y los trabajadores, quienes exigen medidas que reflejen de manera equitativa el crecimiento económico experimentado por la compañía. Por su parte, Iberdrola mantiene su postura en la negociación, sin ofrecer concesiones significativas que satisfagan las demandas laborales, lo que ha intensificado el clima de malestar y reivindicación entre el personal afectado.
La situación actual plantea interrogantes sobre el futuro de las relaciones laborales dentro de la compañía, en un contexto donde el aumento de los beneficios parece no traducirse en mejoras equivalentes para los trabajadores.
Fuente: CCOO Castilla-La Mancha
