Bodega Miguel Domecq ha consolidado su prestigio en el mundo vitivinícola con la reciente presentación de su nuevo vino, Torre de Ceres Palomino 2023. Este lanzamiento subraya el firme compromiso de la bodega con la calidad y la innovación dentro de la viticultura jerezana, una región que sigue asombrando con su capacidad para producir vinos tranquilos de extraordinaria calidad. Este fenómeno refleja una apreciación creciente por los vinos que no solo cumplen, sino que superan los estándares internacionales de excelencia, fortaleciendo aún más la reputación de Jerez como un epicentro vinícola de renombre mundial.
El Torre de Ceres Palomino 2023 es un monovarietal, elaborado exclusivamente con uva Palomino Fino, variedad emblemática de la región. Estas uvas provienen de los viñedos situados en el Pago de Monte Corto, una ubicación privilegiada con suelos de albariza que se extiende a una altitud de entre 80 y 100 metros, reconocida dentro del prestigioso marco del Jerez Superior. Este terroir, con su particular composición de suelo y clima, aporta una notable complejidad y singularidad al vino, que se beneficia también de la indicación geográfica protegida (IGP) Vino de la Tierra de Cádiz.
La elaboración de esta añada se distingue por el cuidadoso proceso que se sigue para maximizar la calidad del fruto. La vendimia nocturna, realizada manualmente en cajas de 25 kilos, asegura que las uvas lleguen frescas e intactas a la bodega. Una vez allí, se lleva a cabo una selección meticulosa en mesa, seguida de un prensado en ambiente inerte para preservar la pureza del mosto. Este se fermenta espontáneamente en depósitos de acero inoxidable y, posteriormente, se somete a una crianza de nueve meses en botas jerezanas de 600 litros y barricas de roble francés de 225 litros previamente usadas. Durante este tiempo, el vino desarrolla su carácter único bajo un velo de flor.
El Torre de Ceres Palomino 2023 se presenta con un atractivo color amarillo pajizo salpicado de reflejos dorados. En nariz, ofrece una complejidad aromática marcada por notas de flor blanca, almendra, avellana tostada y un toque inconfundible de levadura, bajamar y fósforo. En boca, el vino se muestra seco y fresco, destacando por su equilibrada acidez y amargor, con matices especiados y salinos que le aportan una personalidad distintiva.
Este nuevo vino no solo destaca por su calidad y autenticidad, sino que también refuerza la posición de Jerez en el escenario global como una región innovadora y dinámica que sigue sorprendiendo a los amantes del vino con propuestas que respetan la tradición mientras exploran nuevas fronteras en la viticultura.