La Plaza del Ayuntamiento de Toledo ha sido escenario de un emotivo homenaje a Miguel Ángel Blanco, en el vigésimo séptimo aniversario de su asesinato por ETA. La conmemoración, que tuvo lugar este jueves, ha contado con la presencia del alcalde Carlos Velázquez, miembros del equipo de Gobierno, representantes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y ciudadanos toledanos, quienes se reunieron para rendir tributo a la memoria del concejal de Ermua.
El acto inició con la emotiva lectura de la ‘Carta abierta a la memoria de Miguel Ángel Blanco’, donde el alcalde; el vicepresidente de la Diputación, Joaquín Romera; el concejal de Empleo y Promoción Económica, Juan Marín, y un agente de la Policía Nacional compartieron turnos para dar voz al manifiesto. Este escrito enfatiza en la importancia de preservar la memoria de las víctimas del terrorismo, asociando su recuerdo con la justicia y rechazando el olvido y la impunidad.
El texto hace una llamada a la unidad mostrada hace 27 años, cuando millones de españoles salieron a las calles exigiendo a ETA que respetara la vida de Miguel Ángel Blanco, descrito en la nota de prensa del ayuntamiento como un ciudadano valiente y comprometido con sus ideales. Blanco, víctima 778 de la banda terrorista, simboliza la lucha y la resistencia frente a la violencia y el extremismo.
El alcalde Velázquez remarcó que, si bien ETA ha sido vencida en términos policiales gracias al profesionalismo de las fuerzas de seguridad, sigue pendiente una victoria en el plano social y político que consolide un relato firme de repudio al terrorismo. Apuntó, además, la necesidad vital de que las víctimas del terrorismo sean reconocidas como pilares fundamentales sobre los que reposa la democracia constitucional de España.
Como parte de su intervención, Velázquez expresó su firme intención de honrar la historia y no dejar que las nuevas generaciones desconozcan esta parte trágica del pasado reciente de España. Subrayó que transmitir y preservar la memoria de las víctimas es una responsabilidad ineludible.
El homenaje, ambientado por la música del conjunto Ad Libitum, culminó con un conmovedor minuto de silencio. Los asistentes procedieron a depositar claveles blancos como muestra de su respeto y recuerdo hacia Miguel Ángel Blanco, quien a 27 años de su asesinato, sigue evocando un sentido legado de paz y libertad.
