Desde la Coordinadora Antitaurina de Castilla – La Mancha (organismo formado por
agrupaciones de las cinco provincias: Bloque Cuenca Antiespecista, Fundación Alma Animal, Asociación Cultural Antitaurina de Ciudad Real, La Sagra Antiespecista y Asociación Guadalajara Antitaurina) consideramos las nuevas medidas de seguridad establecidas en nuestra Comunidad como claramente sectoriales e insuficientes, ya que se posiciona a favor del lobby taurino en detrimento de otros como el cultural, hostelero o de ocio.
La Consejería de Sanidad ha determinado que “no se permitirán eventos multitudinarios en
los que no se pueda controlar el aforo y no pueda garantizarse una butaca preasignada, considerando a efectos de este decreto como evento multitudinario, aquel que concentre simultáneamente a cien o más personas en espacios abiertos».
Esta definición abarca los ‘festejos’ taurinos, pero para sorpresa de todas y todos, no se incluye la prohibición de celebrar estos crueles ‘festejos’. Desde varias formaciones animalistas en todo el territorio español y concretamente en nuestra Comunidad Autónoma, venimos denunciando tal falta de observancia de las medidas de seguridad. Sin embargo en un ejercicio de justicia, innumerables ciudades de gran tradición taurina están anulando este tipo de eventos.
Desde nuestra Coordinadora, llevamos alertando de esta situación meses atrás.
El ejemplo de Villamalea, Albacete, actualmente confinada, donde el pasado 9 de agosto se
celebró una corrida de toros. La Resolución por parte de la Delegación Provincial de la Consejería de Sanidad en Albacete, reconoce que dentro de los FACTORES CONTRIBUYENTES A LA PROPAGACIÓN DEL VIRUS, se encuentra como EVENTO DESTACABLE, un FESTEJO TAURINO.
Pero lejos de tomar este caso como precedente, nuestra Comunidad, decide que en lo
respectivo a actividades y ‘festejos’ taurinos, todas las plazas, recintos e instalaciones taurinas podrán desarrollar su actividad siempre que cuenten con butacas preasignadas, y no se supere el cincuenta por ciento del aforo autorizado.
Ni si quiera estas medidas específicas se han respetado en nuestra región. Fotografías y
vídeos con centenares de personas aglomeradas, sin distancias, sin mascarillas…
Poniéndonos en riesgo a toda la ciudadanía castellano-manchega.
Se cierran los lugares de ocio al considerar que en ellos no se pueden garantizar las medidas de seguridad. Se prohíbe el alcohol a partir de las 22h por ser uno de los factores que hacen perder el miedo al contagio. Sin embargo en las plazas de torturas sigue habiendo permisividad, incluso en sus modalidades nocturnas como el concurso de recortadores de Brihuega.
La evolución de la epidemia y el elevado riesgo de transmisión hacen que se suspenda la
celebración de fiestas, conciertos, verbenas y otros eventos populares para disfrute de todos los ciudadanos, pero los festejos taurinos se permiten, incluso con entradas gratuitas gracias a las subvenciones municipales. Se estima que sólo un 8% de la población asiste a estos ‘festejos’, pero los pagamos entre todos y todas.
Todo ello nos lleva a pensar que los responsables de nuestra salud y bienestar siguen cediendo ante la presión del sector taurino, por encima de los intereses generales de la sociedad, cada vez más evolucionada y posicionada a favor de los derechos de los animales.
Debemos además tener en cuenta, que las corridas celebradas se han desplomado por encima del 50% en una década, y los festejos como encierros, toros embolados o correbous están desapareciendo en todo el territorio nacional. En números globlales han caído más de un 90% tras la cuarentena, de manera ‘irreversible’, como reconocieron diversas voces dentro del mundo del toreo en estos meses.
Los ‘festejos’ taurinos deben cancelarse sin distinción, como el resto de eventos culturales que ha determinado la administración pública. Recordemos que insisten en ser cultura,
término que les queda lejos, aunque siguen formando parte de este Ministerio (junto a los deportes, celebrados a puerta cerrada). Mientras esta situación se prolongue en el tiempo, para evitar la propagación del virus y por una cuestión ética de cuidados, solidaridad y respeto por la vida, han de suspenderse tajantemente.
Desde la Coordinadora Antitaurina de Castilla – La Mancha hacemos el último llamamiento
a la Junta de Comunidades de Castilla – La Mancha y a los consejeros responsables de la
actividad taurina para que se reúnan con nuestra organización como llevamos solicitando
desde hace años y así establecer un diálogo sólido en las vías de futuro que augura este sector.
Artículo de la Coordinadora Antitaurina de Castilla – La Mancha