El pueblo de Tamajón se vistió de fiesta para celebrar su VII Certamen de Villancicos, un evento que cada año resalta la esencia de la amistad y el folklore navideño. El Centro Cultural de Tamajón, conocido por su emblemática torre del reloj, fue el escenario de un espectáculo que reunió a cuatro destacadas agrupaciones folklóricas: los Cencerrones de Cantalojas, la Ronda de Azuqueca, la Ronda de Atanzón y la Ronda La Calandria de Cifuentes. Estas agrupaciones lograron transmitir el espíritu navideño en medio de un día frío y neblinoso, inundando el ambiente con sus voces y melodías.
La jornada comenzó en la Residencia Virgen de los Enebrales, donde los músicos llevaron alegría a los residentes mayores. El Ayuntamiento organizó un emotivo encuentro entre los grupos y los familiares de los residentes, y el alcalde, Eugenio Esteban, aprovechó la ocasión para compartir la buena noticia sobre los recientes permisos obtenidos para la ampliación de la residencia, que pronto comenzará a prestar servicio mejorado.
Ya en el Centro Cultural, los Cencerrones de Cantalojas, dirigidos por Antonio Garrido, dieron inicio al certamen con su vestimenta tradicional de pastores y la interpretación de viejas costumbres como la «Pastorada». El ambiente se llenó de nostalgia y emoción al recordar las tradiciones pasadas y las anécdotas que compartieron.
Continuando con el espectáculo, la Ronda de Azuqueca, con Juan de la Cruz «Chuli» como portavoz, impresionó al público con villancicos cargados de historias conmovedoras. Uno de los momentos más memorables fue su interpretación de «El milagro de la Navidad», que conmovió profundamente a los asistentes.
La Ronda La Calandria de Cifuentes, impulsada por el deseo de mantener vivas sus raíces musicales y navideñas, no dejó de expresar su cariño por Tamajón. A pesar de las dificultades económicas, Faustino Batanero destacó el compromiso del grupo con la cultura y la música folk, rindiendo un homenaje especial al pueblo que los acogió.
Por su parte, la Ronda de Atanzón, representada por Valentín Pérez, mostró su vinculación particular con Tamajón al presentar nuevas composiciones, «Manuela» y «Nacido en Atanzón», creadas por Diego Pérez Pezuela. Estas canciones enriquecieron aún más el repertorio cultural, fortaleciendo la conexión entre las comunidades.
El certamen se cerró con una comida comunitaria donde la gastronomía local se combinó con más canciones y bailes, fortaleciendo los lazos de unión y camaradería entre los participantes. Este evento no solo destacó por su dedicación al folclore, sino que también se erigió como un símbolo de hermandad, al fortalecer la cultura compartida y los vínculos afectivos entre las localidades, dejando una imborrable impresión de amistad y tradición en cada uno de los asistentes.