El gas es un combustible de gran poder calorífico utilizado en muchas viviendas para cocinar y mantener el sistema de calefacción o caldera. Para ahorrar en la factura del gas y ser más sostenibles con el medio ambiente, se pueden seguir unos simples consejos. Se recomienda realizar una revisión periódica de la instalación y caldera al menos cada 5 años para garantizar un funcionamiento eficiente y evitar posibles averías. Reducir la temperatura del termostato tanto del calentador del agua como de la calefacción, ayudará a rebajar el consumo de gas alrededor de un 5-10%. Sellar bien puertas y ventanas ayuda a evitar la entrada de frío y pérdida de calor. Los radiadores deben estar limpios y sin obstrucciones, esto ayudará a que calienten la estancia más rápido y disminuirá el consumo de gas. Es aconsejable cerrar aquellas habitaciones que no se utilizan de manera habitual para mantener el calor solo en las estancias donde se pasa más tiempo durante el día. Es recomendable comparar proveedores de gas ya que se adaptan a las necesidades y requisitos de los clientes y ofrecen servicios y ofertas para mejorar las condiciones. Utilizar ropa de abrigo y usar el gas solo cuando sea necesario ayuda también a ahorrar en la factura. En la cocina es recomendable tapar las ollas o sartenes para retener el calor, utilizar recipientes del tamaño adecuado y aprovechar el calor residual.
