En 2022, la cifra de cierre de empresas en España se elevó a 26,207, un 10% más que el año anterior, la cifra más alta desde que se registran estos datos, según el Instituto Nacional de Estadística. Esto indica que 2022 no fue un periodo fácil para el ecosistema empresarial del país. Además, el Informe Europeo de Pagos de Intrum muestra que, en el último año, solo el 35% de las empresas españolas ha podido reservar fondos adicionales para alcanzar sus planes de crecimiento, lo que sitúa a las entidades del país cuatro puntos por debajo de la media europea (39%). Los retrasos en los pagos y las deudas incobrables son una de las principales causas de no poder invertir lo suficiente en el crecimiento del negocio. La gestión efectiva de cobros y pagos es un requisito fundamental para el crecimiento empresarial. Por otro lado, el elevado coste de los inputs energéticos y las dificultades de suministro están obstaculizando el desarrollo empresarial. El crecimiento de su negocio es la principal prioridad del 61% de las empresas del país.