La Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES) ha emitido una serie de recomendaciones dirigidas a pacientes que sufren de gripe y Covid-19 con el objetivo de evitar la saturación en los servicios de urgencias hospitalarios (SUH). Según la SEMES, estas personas deberían evitar acudir a urgencias a menos que sea absolutamente necesario, especialmente si no padecen patologías previas que puedan agravar su condición.
No obstante, SEMES ha especificado ciertos casos en los que es imprescindible que los pacientes busquen atención urgente, como cuando se trata de población vulnerable o cuando presentan síntomas alarmantes como falta de aire, dolor en el pecho, vómitos, diarreas, alteraciones de consciencia, o fiebre alta persistente por más de 48 horas.
Además, SEMES recuerda que los SUH priorizan los casos en función del nivel de triaje, lo que implica que aquellos pacientes con un nivel de triaje más bajo enfrentarán tiempos de espera más largos. La organización aboga por el uso racional de los SUH, instando a los pacientes a acudir primero a la Atención Primaria para una evaluación inicial. De igual forma, señalan que los centros coordinadores de emergencias pueden ofrecer asesoramiento por teléfono y guiar adecuadamente sobre los pasos a seguir.
No obstante, la realidad muestra que la mayoría de las visitas a urgencias (70%) no están derivadas por otro profesional sino que los pacientes acuden por iniciativa propia. Esta acción puede conllevar a retrasos en la atención a los pacientes más graves. SEMES resalta la importancia de que las derivaciones desde Atención Primaria sean para casos que requieren atención urgente específica y no para otras especialidades.
Uno de los principales problemas actuales de los SUH es la falta de fluidez en el proceso de admitir a los pacientes para su ingreso hospitalario –un fenómeno conocido como falta de drenaje–. Tato Vázquez, presidente de SEMES, ha manifestado la preocupación sobre este asunto, argumentando que sin suficiente drenaje, los SUH corren el riesgo de convertirse en meros «almacenes de pacientes», lo que no solo afecta la capacidad para recibir nuevos casos, sino que también puede incrementar la mortalidad y comprometer la dignidad y privacidad de los pacientes.
Vázquez recalcó que un ingreso debe realizarse en menos de cuatro horas una vez tomada la decisión y es responsabilidad de la gestión hospitalaria asegurar que esta normativa se cumpla, reprogramando la actividad diaria para garantizar la calidad en la atención.
En cuanto a la incidencia de infecciones respiratorias agudas, SEMES ha notificado un incremento del 35 por ciento en la afluencia a urgencias comparado con el mismo periodo del año anterior. Este aumento es impulsado por enfermedades como la gripe A y el Covid-19, y se prevé que la cantidad de casos aún no ha alcanzado su pico máximo. El ‘Informe semanal de vigilancia centinela de IRAs y de IRAG’ del 4 de enero ha revelado un aumento en la tasa de hospitalización por gripe y Covid, indicando que la gripe circula con mayor intensidad y su tendencia en el ámbito hospitalario sigue en aumento.
