El presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha manifestado la posibilidad de que todas las comunidades autónomas que lo deseen puedan recaudar y gestionar más impuestos, tras el reciente acuerdo de concierto económico para Cataluña establecido con ERC. Durante su intervención en el Comité Federal del PSOE, Sánchez subrayó que el debate sobre la financiación autonómica podría ser una oportunidad para crear un «sistema más justo» en lo que él definió como una «nueva etapa autonómica».
Aunque no se refirió de manera explícita al concierto económico específico para Cataluña, hizo alusión a este acuerdo y abogó por utilizar la discusión sobre la financiación como un punto de partida para una reestructuración del sistema autonómico. El presidente se mostró dispuesto a realizar nuevas transferencias competenciales, a reconocer las singularidades de las comunidades y a permitir que aquellas regiones que lo deseen tengan la capacidad de gestionar mayores tasas impositivas, reforzando así su visión de un Estado federal en el contexto español.
Sánchez enfatizó que esta nueva discusión sobre financiación debe ir acompañada de una responsabilidad fiscal por parte de los gobiernos autonómicos, apuntando a la gestión de las administraciones lideradas por el PP. Criticó el comportamiento de estos gobiernos que, según él, desvían recursos públicos hacia beneficios fiscales para los sectores más privilegiados.
En relación a la reciente solicitud del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, de reclamar 18.000 millones de euros de fondos europeos, Sánchez desestimó esta demanda, argumentando que esos recursos provienen de los impuestos de la clase media y trabajadora y no deben ser utilizados para rebajas fiscales en beneficio de los sectores más ricos.
Durante su discurso, también hizo alusión a lo que considera una «coartada» de la derecha sobre la financiación autonómica, la cual, según él, oculta un proyecto neoliberal. En este sentido, reafirmó su compromiso de duplicar los recursos del Fondo de Compensación Interterritorial y destacó que el verdadero debate sobre financiación no se centra en enfrentamientos territoriales, sino en la elección de modelos de desarrollo.
Sánchez extendió su mano a los líderes autonómicos para dialogar y buscar acuerdos, incluso ante las advertencias de algunos dirigentes del PP. Aún en un clima de críticas hacia el acuerdo fiscal con ERC, el líder del PSOE se centró en relanzar su partido de cara al 41º Congreso Federal que se celebrará en noviembre y que podría resultar en cambios en los liderazgos territoriales.
Por último, ratificó su intención de ser reelegido como secretario general del PSOE durante el mencionado congreso, recibiendo el apoyo y aplausos de los miembros presentes en el Comité Federal. En su intervención, Sánchez dejó claro que su administración continuará avanzando en la agenda socialista, independientemente del apoyo de la oposición o de un poder legislativo que, en su opinión, debería ser más constructivo.
