Las festividades navideñas han concluido, pero aún queda un último vestigio que suele permanecer en muchas hogares: el roscón de Reyes. En lugar de dejar que este delicioso postre termine en la basura, Viena Capellanes propone una serie de consejos para prolongar su disfrute o darle una nueva vida mediante recetas originales.
El primer paso es la conservación adecuada del roscón. Congelarlo es una excelente opción para poder disfrutar de su sabor a lo largo del año. Se recomienda cortar el roscón en porciones individuales, envolverlas bien en film transparente o en bolsas para congelación, y guardarlas en el congelador. Bastará con dejarlas a temperatura ambiente unas horas antes de consumirlas para que recuperen su textura original.
Para quienes prefieren experimentar con nuevas combinaciones de sabores, una interesante sugerencia es el «bikini roscón» de jamón y queso. Esta delicia combina lo dulce del roscón con lo salado del jamón york y el queso, ofreciendo una mezcla sorprendente. Simplemente corta el roscón en rebanadas, añade el relleno, y tuesta el conjunto en una sartén, plancha o sandwichera.
Transformar el roscón en biscotes dorados es otra propuesta práctica. Cortar el roscón en rodajas y tostarlas hasta que estén crujientes las convierte en un acompañamiento ideal para el café o el té. Almacenadas en una lata hermética, pueden durar varios días.
Otra alternativa creativa es preparar un batido de roscón. Desmenuza los trozos y mézclalos en una licuadora con leche fría, helado de vainilla y un toque de canela. Este batido, decorado con nata montada y ralladura de naranja, resulta un refresco fácil de elaborar.
Las croquetas de roscón ofrecen un enfoque sorprendente para aprovechar las sobras. Mezcla los trozos de roscón con una bechamel espesa, aromatizada con canela y ralladura de limón, y forma croquetas que freirás hasta dorarlas. Este bocado dulce es perfecto para compartir.
Las torrijas de roscón transforman este postre en un desayuno o merienda crujiente y delicioso. Simplemente empapa las rebanadas de roscón en una mezcla de leche, huevos, azúcar y canela y fríelas en mantequilla.
Para quienes prefieren texturas más suaves, la mousse de roscón es una opción cremosa y delicada. Remoja las porciones en leche caliente, tritúralas y mézclalas con nata montada para obtener un postre suave y sabroso.
El roscón también puede convertirse en unas crujientes cookies. Desmenuza el roscón seco hasta convertirlo en polvo y utilízalo para sustituir parte de la harina en cualquier receta de galletas. El resultado será un dulce con el inconfundible sabor del roscón.
Finalmente, para recuperar un roscón seco se puede preparar un pudin. Mezcla los restos con leche, huevos y caramelo líquido, y hornéalo hasta que quede firme. Para añadir frescura, incorpora trozos de manzana dorada.
Con estas ideas, Viena Capellanes anima a no dejar que el roscón de Reyes se desperdicie, sino a convertirlo en un festín culinario lleno de creatividad y sabor.
