A partir de la reciente entrada en vigor de las modificaciones del Real Decreto en España, relacionadas con la prevención y control de la Legionelosis, se presentan importantes cambios que buscan mejorar la gestión de las enfermedades causadas por la bacteria Legionella. Este conjunto de nuevas normas, implementadas formalmente desde el 2 de julio con su publicación en el Boletín Oficial del Estado, busca principalmente actualizar y precisar los criterios sanitarios para enfrentar mejor los retos que presenta esta amenaza para la salud pública.
De acuerdo con el Informe de la vigilancia epidemiológica de legionelosis del año 2023, España experimentó una notificación de 2.294 casos de legionelosis durante el pasado verano, marcando un aumento del 13% respecto al año anterior y situando al país como el segundo con más incidencias en Europa, después de Italia. Este contexto pone de relieve la necesaria actualización y adecuación de las regulaciones para controlar la propagación de Legionella, especialmente en sistemas de agua como torres de refrigeración donde este patógeno tiende a proliferar.
Entre los ajustes más significativos del Real Decreto se incluye la modificación de la definición de «titular de la instalación», ampliándola para abarcar a los explotadores de las mismas. También se ha flexibilizado el uso y recirculación del agua en ciertas condiciones, promoviendo un uso más eficiente del recurso sin comprometer la seguridad sanitaria. Además, se ha establecido que la recogida de muestras para análisis de Legionella debe ser realizada exclusivamente por entidades acreditadas, con un plazo de adaptación que se extiende hasta enero de 2030, y se ha precisado la cantidad de muestras necesarias en función del tipo de instalación.
Con las medidas correctoras propuestas, se busca actuar sobre aquellas instalaciones con recuentos de Legionella superiores a 100 ufc/l, enfatizando la necesidad de realizar procedimientos de limpieza y desinfección. También se destacan requerimientos nuevos para ciertas instalaciones de agua, diseñados para reducir riesgos sanitarios.
Estas modificaciones han sido bien recibidas por profesionales del sector, como Ana Carmen Aguirre, especialista en Legionella de Rentokil Initial España, quien destaca la importancia de estas actualizaciones para mejorar la prevención y control de la legionelosis. Aunque se reconoce que ciertos aspectos aún pueden mejorar, la reacción general ante esta nueva normativa es positiva, considerando sus aportes al objetivo común de reducir la incidencia de la enfermedad en el país.
Finalmente, con la entrada en vigor de estos cambios, se espera que este verano se logre una notable disminución en los casos de legionelosis en España, enfatizando el papel crucial de medidas como la limpieza, desinfección, y una gestión adecuada del agua. La adaptación a estas normativas representa un paso adelante significativo en el esfuerzo por preservar la salud pública frente a esta amenaza latente.
