Las cucarachas son insectos que portan bacterias capaces de transmitir enfermedades como la E. coli, la salmonela, la fiebre tifoidea, el staphylococcus y streptococcus, el colera, la gastroenteritis, la disentería y la lepra. Estos insectos de entre 12 y 15 mm de longitud se refugian en zonas cálidas que contienen factores vitales como alimento, agua y cierto grado de calor, y pueden esconderse en cualquier lugar con cierta humedad, como las máquinas de café. En el sector de la restauración, es especialmente importante establecer estrictos protocolos de limpieza y prevención para evitar que la salud de trabajadores y clientes se ponga en riesgo.
Es vital localizar las zonas calientes y adoptar medidas preventivas para evitar la aparición de infestaciones, como acabar con fuentes de alimentos y humedad, enjuagar los recipientes antes de reciclar y sellar huecos o grietas. Se recomienda recurrir a soluciones profesionales cuando se detecte una plaga, como los servicios que ofrecen empresas de sanidad ambiental, como Rentokil Initial, que cuenta con técnicos especializados en control de plagas capaces de identificar las características y hábitos de comportamiento de la cucaracha alemana o del café. Además, se ofrecen asesoramiento con medidas de higiene para prevenir futuras infestaciones, la monitorización para evaluar el estado de la plaga tratada, la instalación de trampas para obtener información sobre la plaga o la aplicación de métodos profesionales con productos biocidas. Todos estos métodos construyen una manera de entender la sanidad ambiental a través del control integrado de plagas.
