En los recientes premios de Arquitectura y Urbanismo celebrados en la ciudad de Cuenca, el «Gimnasio Municipal» de Corral de Calatrava, ubicado en Ciudad Real, se destacó al ser galardonado en la categoría de «Obra Nueva Otros Usos». Este reconocimiento, compartido con otros dos proyectos, resalta la obra del arquitecto Luis Carlos Peña. El jurado elogió el gimnasio como un «magnífico ejemplo de cómo dar valor a un programa e integrarlo en el paisaje».
Luis Carlos Peña, al recibir el premio de manos de José Antonio Baos, presidente de la demarcación de Ciudad Real del Colegio Oficial de Arquitectos de Castilla-La Mancha (COACM), agradeció la labor de la institución en la organización de los premios y valoró el trabajo de su equipo. Además, enfatizó la importancia de dar valor al trabajo arquitectónico comprometido con la sociedad. Describió su proyecto como «una pequeña obra, con poco presupuesto y un plazo de ejecución corto, pero hecha con pasión».
Este gimnasio surgió con el objetivo de cubrir la necesidad de nuevas instalaciones deportivas en Corral de Calatrava. La ubicación, un espacio marginal del complejo deportivo, ofrecía un desafío arquitectónico debido a las limitaciones espaciales y la proximidad de otras estructuras. El municipio reservó este lugar, condicionado por su cercanía al pabellón deportivo y otras pistas, para el nuevo gimnasio.
La integración del gimnasio en su entorno natural fue clave en su diseño. Se eliminó un vallado preexistente, abriendo el espacio al paisaje circundante, y se implementó un murete de contención que minimiza la división entre el área de ejercicio y el campo. Este diseño no solo facilita la conexión visual con la naturaleza, sino que también incorpora elementos naturales como rosales y jazmines, que eventualmente formarán una barrera solar en el lado sur del edificio.
El proyecto prioriza el bienestar, relacionando el deporte con la salud y el entorno natural. Su estructura liviana y abierta, de 261.64 m², cuenta con grandes ventanales que potencian la conexión con el paisaje. Divide sus espacios internos en áreas para actividades colectivas y zonas para musculación y ejercicios cardiovasculares, conectadas por un pequeño vestíbulo.
Con un presupuesto limitado de apenas 120,000 euros y un período de ejecución de tan solo cuatro meses, el gimnasio fue posible gracias a la colaboración de las constructoras locales. Luis Carlos Peña destaca el papel crucial de estas empresas en la materialización del proyecto, subrayando que su confianza y apoyo fueron vitales para el éxito alcanzado. A lo largo de su primer año en funcionamiento, el gimnasio ha sido bien recibido por los usuarios, quienes valoran la paz y serenidad que ofrece el diseño del espacio. El gimnasio no solo proporciona un lugar para la actividad física, sino que también brinda un ambiente tranquilo y acogedor para la comunidad de Corral de Calatrava.