La estación de Chamartín, en el corazón de Madrid, está experimentando una transformación sin precedentes. Adif, la promotora pública encargada de las infraestructuras ferroviarias españolas, está a la cabeza de este ambicioso proyecto, que busca no solo modernizar esta terminal sino también convertirla en un modelo de movilidad sostenible y eficiente. Para lograrlo, está contando con el asesoramiento técnico de Typsa, una alianza clave que promete revolucionar el concepto de transporte en la capital.
En total, son más de 70 las actuaciones que se están realizando en la estación de tren Chamartín-Clara Campoamor, todas encaminadas a mejorar los servicios y la capacidad de la terminal. Este proyecto es una piedra angular de los desarrollos previstos en el plan Madrid Nuevo Norte, una apuesta firme por la innovación urbanística y la mejora de la red de transportes de la ciudad. La renovación de Chamartín pretende, entre otras cosas, aumentar en un 25% a 30% la capacidad de gestión de viajeros de la estación, lo que permitiría manejar hasta 900 trenes diarios.
La metodología BIM (Building Information Modeling) está jugando un papel fundamental en este proceso de transformación. Esta tecnología, que permite centralizar toda la información de un proyecto en un modelo digital colaborativo, está ayudando a que el proyecto se desarrolle de manera más eficiente, facilitando la planificación, la ejecución y el mantenimiento de las obras. «Llevar a cabo más de 70 actuaciones en un entorno de 125 hectáreas mientras se da servicio a una de las principales estaciones ferroviarias de Europa requiere de una visión global continuada en cuanto a espacio-tiempo, y ahí BIM tiene mucho que aportar», explica Vicky Morenate Pérez, Coordinadora BIM de Typsa.
El uso de BIM permite a los involucrados en el proyecto tener un acceso constante y actualizado a toda la información relevante, desde datos de previsión de costes hasta gestión de interferencias, pasando por la planificación de las actuaciones. Esto no solo incrementa la eficiencia y reduce los tiempos de ejecución, sino que también facilita la labor de todas las partes involucradas, desde las empresas constructoras hasta los diseñadores, arquitectos y proveedores.
La renovación de la estación de Chamartín-Clara Campoamor busca mejorar su capacidad para manejar un mayor número de trenes de alta velocidad y optimizar el flujo de tráfico. Se trata, en definitiva, de un proyecto que pretende dotar a Madrid de una estación más flexible, capaz de responder de manera eficiente ante cualquier incidencia y de manejar un volumen de viajeros y trenes mucho mayor.
La iniciativa de modernizar Chamartín no es solo una apuesta por mejorar el transporte y la infraestructura ferroviaria de Madrid, sino también un claro ejemplo de cómo la tecnología y la innovación pueden contribuir de manera significativa a los grandes proyectos urbanos y de movilidad del futuro.
