Jordi Évole consiguió una vez más capturar la atención del mundo, esta vez en una emotiva y reveladora entrevista con el expresidente uruguayo José Mujica, grabada en julio de 2024 y emitida tras su fallecimiento el 13 de mayo de 2025. En su último testimonio público, Mujica compartió abiertamente sus pensamientos sobre política, sociedad y amor, dejando un legado de palabras que resonarán en el tiempo.
Durante la conversación en su humilde hogar, frente a las cámaras de La Sexta, Mujica, quien gobernó Uruguay de 2010 a 2015, criticó duramente la sociedad contemporánea por su tendencia al consumismo y la autoexplotación. «Estamos construyendo una civilización de gente que se autoexplota», afirmó, destacando cómo el bombardeo constante para consumir nos atrapa en un ciclo de ansiedad en el que se prioriza gastar dinero sobre vivir plenamente.
Mujica también lamentó cómo las tecnologías modernas, como los teléfonos móviles, han desviado la atención de la gente de «la poesía de la vida», refiriéndose al tiempo valioso que debería disfrutarse con seres queridos en vez de perderse en el mundo virtual.
La entrevista no pasó por alto su opinión sobre la monarquía española y la política, criticando tanto a la institución real por sus defectos como a los sistemas democráticos que, según él, operan de manera descendente y no permiten suficiente control y participación ciudadana. «La democracia quedó renga (coja). Los sistemas que hemos utilizado son siempre de arriba para abajo, y no sirve», expresó.
El tono de la entrevista se tornó aún más personal cuando Mujica habló sobre el cáncer de esófago que enfrentaba, mostrando una actitud desafiante hacia la muerte y afirmado, «La muerte, tan importante señora, no la atiendo». Este espíritu inquebrantable resonó con su filosofía de vida, resumida en la frase «Triunfar no es llegar arriba. Triunfar es levantarse y volver a empezar. Eso es vivir», que capturó la esencia del verdadero éxito según Mujica.
Las conmovedoras palabras de Mujica, reflejan una vida dedicada a la lucha por lo que consideraba justo, dejando un marcado contraste entre su modestia personal y la inmensidad de su impacto global. Su llamado a la reflexión sobre cómo vivimos, gobernamos y nos relacionamos en la sociedad moderna, permanece como un testimonio del pensamiento de un líder que, incluso enfrentando la muerte, se mantuvo firme en sus convicciones.
La tristeza por su muerte se mezcla con la gratitud por sus contribuciones incansables a la discusión pública y su enfoque del liderazgo, marcado por la humildad y compromiso con el bienestar colectivo. La entrevista con Jordi Évole sirve no solo como una cápsula del tiempo de sus últimos días sino como un recordatorio de sus enseñanzas y el legado que deja detrás.
