La Olimpiada Matemática Catalana ha demostrado una vez más que las matemáticas no solo son útiles en la vida diaria, sino también una fuente de diversión y desafío intelectual. Este evento, que alcanzó su 61ª edición, se llevó a cabo simultáneamente en Barcelona, Lleida y Tarragona durante los días 13 y 14 de diciembre y ha contado con una amplia participación en un contexto educativo que expresa inquietud por los resultados desalentadores de las pruebas de nivel más recientes.
Montserrat Alsina, presidenta de la Sociedad Catalana de Matemáticas-Instituto de Estudios Catalanes (SCM-IEC), señaló que, a pesar de los resultados poco alentadores del informe PISA, existen jóvenes que se destacan notablemente en las matemáticas. Este tipo de eventos no solo sirven para incentivar el interés en las ciencias exactas, sino también para ofrecer referentes inclusivos, ya que cada vez más chicas participan y son galardonadas.
La Facultad de Matemáticas y Estadística de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC) fue el punto de encuentro para estudiantes de Secundaria y para los futuros participantes de la Escuela de Verano Internacional de 2024 en Chipre. También, reunió a profesores que guiaron sesiones preparatorias; muchos de ellos son antiguos olímpicos que fueron premiados en la Olimpiada Matemática Internacional.
Un avance notable es la creciente participación de chicas en estos concursos. Vera Morancho, la segunda clasificada y la primera mujer en la competencia, animó a otras chicas a participar, destacando que «las matemáticas son más bellas en las Olimpiadas que en el ambiente escolar». Esta visión es compartida por Dina Markhavskoya, novena en la competición, quien considera la matemática «un reto emocionante».
La competición fue liderada por Guillem Vizcarro, seguido de varios jóvenes talentosos, como Vera Morancho y Daniel Carpenter. La Olimpiada no solo es un espacio para resolver problemas complejos, también fomenta la camaradería entre los participantes, alejando el sentido de rivalidad.
Joan Francesc Fondevila, presidente de la Sociedad Catalana de Comunicación-Instituto de Estudios Catalanes (SCC-IEC), enfatizó la importancia de divulgar la utilidad de las matemáticas de forma atractiva, resaltando su aplicación en diversas disciplinas como el periodismo de datos y el posicionamiento online. Xavier Xarles, preparador de la Olimpiada, y Xavier Ros, presidente del tribunal, resaltaron la larga tradición de la Olimpiada Matemática y la excelencia de los participantes catalanes en la cita internacional.
Por otro lado, José Luis Diaz, organizador logístico del evento, destacó que los problemas de la competición, al igual que en los Juegos Olímpicos de atletismo, requieren un entrenamiento específico, y que los adolescentes compiten contra ellos mismos enfrentándose a retos estimulantes.
La Olimpiada Matemática no solo promueve la excelencia en esta disciplina, sino que también busca ampliar la percepción del valor de las matemáticas en todos los niveles educativos, partiendo del entusiasmo contagioso que se vivió en la UPC durante estos días de competición.