La administración Trump ha emitido un enérgico comunicado en respuesta a las recientes críticas y demandas planteadas por la Agencia Associated Press (AP) relacionadas con el acceso a la información y las prácticas de la prensa. En un contexto donde la relación entre el gobierno y los medios de comunicación ha sido tensa, desde el comienzo, la Casa Blanca ha defendido su postura sobre el acceso a información privilegiada.
En la declaración, se enfatiza que las entrevistas y preguntas formuladas a la figura presidencial en espacios emblemáticos como la Oficina Oval y durante los vuelos en Air Force One son un privilegio que se concede a los periodistas, no un derecho legal inherente. Esta afirmación pone de manifiesto la firmeza de la administración en mantener un control sobre cómo y cuándo interactúa con la prensa, insistiendo en la necesidad de “hacer responsables” a los medios por lo que considera información incorrecta o engañosa.
Además, el comunicado recalca la voluntad del presidente Trump de proporcionar un nivel de acceso sin precedentes a los medios, posicionando a su administración como la más transparente en la historia de Estados Unidos. Esta declaración también sirve para reforzar la narrativa del presidente en significado del término «Fake News», el cual ha sido utilizado repetidamente durante su mandato para descalificar informes que considera desfavorables.
La postura adoptada por la Casa Blanca, aunque respaldada por un sector de la población y algunos medios afines, ha generado críticas por parte de organizaciones de prensa y defensores de la libertad de expresión, quienes argumentan que el acceso de los periodistas a la información es fundamental para mantener al gobierno bajo control y garantizar la rendición de cuentas. En este clima de polarización, la tensión entre el poder ejecutivo y los medios continúa ocupando un lugar central en el debate público sobre la transparencia y la ética en la comunicación gubernamental.
Fuente: WhiteHouse.gov