La festividad de Sant Jordi, celebrada cada 23 de abril en Catalunya, es un evento que fusiona tradición, cultura y amor de manera única. Originada en la leyenda medieval de un caballero que rescató a una princesa de un dragón, la historia cuenta que de la sangre de la criatura surgió un rosal, del cual Sant Jordi cortó una rosa para ofrecerla a la princesa. Esta romántica tradición ha perdurado hasta nuestros días, instaurando el hábito de regalar rosas en esta fecha, coincidiendo también con el Día del Libro.
Durante Sant Jordi, las ciudades catalanas se transforman en vibrantes mercados al aire libre. Las calles se llenan de puestos de libros y rosas, y el ambiente festivo envuelve a locales y visitantes. Parejas, amigos y familiares aprovechan para intercambiar libros y rosas, simbolizando su amor y afecto. Es un día donde la literatura, el arte y las tradiciones se entrelazan, creando una explosión de vida y color.
Un aspecto destacado de esta celebración es la venta de rosas. En 2024, según las expectativas del gremio de floristas, se superará la marca de los siete millones de rosas vendidas, con un promedio de tres rosas por comprador. Esta actividad se ha convertido en una oportunidad de negocio tanto para estudiantes, particulares, floristerías como para organizaciones sin fines de lucro que, mediante la venta de rosas, recaudan fondos o dan visibilidad a sus causas. El precio de cada rosa varía entre 3,5€ y 5€, dependiendo de su calidad y adornos, generando ganancias considerables para quienes se suman al comercio de este día.
Obtener un permiso para vender rosas en Sant Jordi es un proceso accesible. Los ayuntamientos suelen proporcionar autorizaciones a bajo coste, permitiendo a los emprendedores instalar sus «paradetas» en ubicaciones estratégicas de la ciudad. Estas ventas requieren una planificación meticulosa, dada la magnitud de la demanda. La mayoría de las rosas son importadas desde países como Ecuador y Colombia, debido a la alta calidad de la rosa Freedom A1, típica de esta celebración. La coordinación logística es crucial para asegurar que las rosas lleguen en el momento preciso para abrirse el día de Sant Jordi, evitando así la escasez de última hora.
Sant Jordi es mucho más que una festividad, es una celebración de amor, identidad cultural y espíritu emprendedor. Desde su legendario origen hasta las calles engalanadas con rosas y libros, esta tradición sigue siendo un símbolo de orgullo para Catalunya, combinando aspectos legendarios con el moderno toque comercial y cultural que caracteriza a la región.