El protocolo multidisciplinar del paciente con ictus de origen desconocido elaborado por los servicios de Neurología y Cardiología del Complejo Hospitalario de Toledo, dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM), ha sido presentado en la última reunión de la Conferencia Internacional del Ictus, celebrada en Viena, como ejemplo de coordinación entre especialidades.
Las doctoras del Hospital de Toledo Paula Lobato, del servicio de Neurología, y Marta Pachón, de la Unidad de Arritmias del servicio de Cardiología, fueron invitadas a esta cita congresual, en el que se reúnen más de 200 especialistas de todo el mundo, para presentar este documento desarrollado conjuntamente para el manejo de los pacientes con ictus criptogénico.
Ambas especialistas han indicado que este protocolo trata de detectar la posible existencia de fibrilación auricular paroxística, que aparece y desaparece, oculta en pacientes con ictus de origen desconocido, con el fin de pautar correctamente el tratamiento preventivo ya que no están exentos de sufrir otro episodio.
El mismo se puso en marcha hace aproximadamente dos años gracias a la colaboración entre ambas especialidades, “dado que el 20 por ciento de los ictus son de origen desconocido y afectan sobre todo a población joven, de ahí la importancia de detectar la fibrilación en estos pacientes puesto que cambiaría su tratamiento preventivo”, ha afirmado la doctora Lobato.
Por su parte, la doctora Pachón ha explicado que la fibrilación auricular -una arritmia muy frecuente en la población y que en muchos pacientes es totalmente asintomática- puede ser el origen del proceso que determina el ictus en muchos pacientes.
Para tratar de identificar la presencia de la arritmia, se dispone de dispositivos implantables de pequeño tamaño que se colocan bajo la piel y que permiten un seguimiento durante tres años del paciente, incluso desde su domicilio, aumentando las posibilidades de detección de la arritmia. En caso de producirse, el dispositivo automáticamente transmite la información al hospital para que se puedan tomar las medidas adecuadas.
Unidad de ictus
El servicio de Neurología del Complejo Hospitalario de Toledo cuenta desde unos años con una unidad para el tratamiento de pacientes con ictus agudos y desde entonces ceca de 1.000 pacientes han sido tratados en esta unidad.
Se trata de un área con capacidad para seis pacientes en la fase aguda del ictus, que cuenta con un equipo profesional preparado para responder a las necesidades planteadas por este tipo de patología. Está ubicada en la cuarta planta del Hospital Virgen de la Salud de Toledo.
De esta manera, se consigue optimizar las estrategias diagnósticas urgentes para reducir el tiempo desde el inicio del ictus hasta la acción médica terapéutica, dar el tratamiento específico adaptado a subtipo de ictus, etiología, localización y tamaño e iniciar la prevención secundaria.
El ingreso en una unidad de ictus produce efectos beneficiosos en el bienestar psicosocial del paciente y se provee de cuidados clínicos, información y consejo clínico-asistencial que son importantes para el paciente.
Unidad de Arritmias
El Servicio de Cardiología cuenta con la Unidad de Arritmias que ofrece en su cartera de servicios toda la gama de tratamientos disponibles para un tratamiento integral del paciente que presenta trastornos del ritmo cardiaco, incluyendo el tratamiento de todo tipo de taquicardias mediante operaciones mínimamente invasivas, así como el implante y seguimiento de una gran variedad de dispositivos cardiacos como desfibriladores, marcapasos, holter insertables, resincronizadores cardiacos, entre otros.
El ictus tiene un gran impacto en nuestra sociedad. En España es actualmente la segunda causa de muerte en la población general y la primera causa de muerte en la mujer. Además, supone la primera causa de invalidez o discapacidad importante a largo plazo en el adulto y la segunda causa de demencia.
Las tres cuartas partes de los ictus afectan a pacientes mayores de 65 años y debido a las previsiones de población en las que España sería en el año 2050 una de las poblaciones más envejecidas del mundo, se prevé un incremento de la incidencia y prevalencia de esta patología en los próximos años.
En España ocurren entre 50.000 y 150.000 casos de ictus nuevos al año y en Castilla-La Mancha entre 2.500 y 7.000. La estimación actual es que se produce un nuevo ictus cada seis minutos. Una atención especializada multidisciplinar guiada por especialistas en enfermedades cerebrovasculares mejora la evolución de los pacientes con ictus y reduce los costes del proceso.
En Castilla La Mancha existe desde 2010 un protocolo regional de atención integral al paciente con ictus agudo del que participan la totalidad de los centros hospitalarios de la región.