Con la inminente llegada del invierno, el uso de sistemas de calefacción en los hogares se intensifica, lo cual trae consigo riesgos significativos como intoxicaciones e incendios. Estos peligros no solo amenazan la seguridad de las propiedades, sino que también ponen en serio peligro la vida de las familias. De acuerdo con un informe reciente de la Fundación Mapfre, publicado en noviembre de 2024, en España se ha observado un alarmante incremento en el número de muertes por incendios, llegando a duplicarse en los últimos cinco años.
En este contexto, la prevención de incendios e intoxicaciones se presenta como una prioridad que no puede ser ignorada. La empresa ADT, reconocida por su liderazgo en el ámbito de las alarmas y la seguridad electrónica, ha desarrollado una guía práctica con consejos para prevenir accidentes domésticos mediante la utilización de detectores de humo, fuego y gas. Esta guía subraya la importancia de seleccionar el tipo de detector correcto para cada situación. Existen tres tipos principales: los detectores de humo, que identifican partículas en el aire; los detectores de fuego, sensibles a cambios de temperatura; y los detectores de gas, diseñados para captar la presencia de gases peligrosos. Estos dispositivos no solo activan alarmas sonoras y visuales en caso de peligro, sino que también están diseñados para interconectarse con plataformas de seguridad como ADT Smart Security, avisando a la Central Receptora de Alarmas (CRA) para que evalúe la situación y coordine con los servicios de emergencia pertinentes.
Otro aspecto crucial es la ubicación estratégica de estos detectores. Es esencial instalarlos en cada nivel de la vivienda y en áreas clave como la cocina. Un emplazamiento incorrecto podría resultar en falsas alarmas, de ahí la importancia de recibir asesoría profesional para optimizar la instalación. Además, mantener extintores accesibles y en buen estado es indispensable para poder actuar rápidamente ante un conato de incendio. Cada miembro de la familia debe estar capacitado en el uso de estos dispositivos para asegurar una respuesta efectiva en caso de emergencia.
Asimismo, la elaboración de un plan de contingencia es vital. Este plan debe incluir rutas de escape claramente señalizadas y un punto de encuentro seguro fuera del domicilio. Es de igual importancia preparar a los niños para que sepan cómo solicitar ayuda y detectar señales inusuales, como olores extraños.
Finalmente, llevar a cabo revisiones eléctricas periódicas contribuye significativamente a la prevención de incendios, asegurando que no existan fallas en el cableado o las instalaciones eléctricas. Evitar la sobrecarga de enchufes y el uso indebido de los sistemas de calefacción también debe ser una prioridad. Las tecnologías actuales, como ADT Smart Security, ofrecen soluciones para gestionar el hogar a distancia, permitiendo el control remoto de dispositivos y reduciendo así los riesgos.
En palabras de José González Osma, director general de ADT: «La prevención es la mejor medida de seguridad. Contar con detectores de humo, fuego o gas permite identificar riesgos antes de que se conviertan en emergencias, proporcionando tranquilidad. Nuestro equipo de la CRA está disponible las 24 horas del día, ofreciendo protección adicional y asistencia inmediata ante cualquier incidente. Con estas medidas, ayudamos a nuestros clientes a construir un entorno más seguro y confiable para ellos y sus seres queridos».
Este enfoque integral no solo busca evitar tragedias, sino también fomentar una cultura de seguridad consciente en cada hogar, protegiendo lo más valioso: la vida.