En un giro significativo en la política exterior de Estados Unidos, el presidente ha anunciado la revocación de las sanciones impuestas a Siria, apuntando a un futuro más estable y pacífico para la nación devastada por la guerra. Con el trasfondo de un conflicto que ha dejado su huella en la región durante más de una década, esta decisión se enmarca dentro de un esfuerzo más amplio por parte del gobierno estadounidense para fomentar la estabilidad en el Medio Oriente.

El comunicado del presidente, publicado el pasado 30 de junio de 2025, señala la apertura hacia un nuevo capítulo en las relaciones con Siria, bajo el liderazgo del presidente Ahmed al-Sharaa, quien ha tomado medidas positivas para transformar la situación en el país. La administración ha establecido un calendario para la revocación de las sanciones, con un enfoque claro en la reconstrucción de un Siria unificada y segura que prevenga el resurgimiento del extremismo.

La revocación implica la terminación de varias órdenes ejecutivas anteriores que habían establecido un estado de emergencia nacional respecto a Siria desde 2004, incluidas acciones significativas para bloquear propiedades y prohibir exportaciones a ciertas entidades sirias. Sin embargo, el presidente enfatiza que esta relajación de sanciones no significa un alivio para organizaciones terroristas como ISIS o aquellos implicados en violaciones de derechos humanos.

De acuerdo con el anuncio, el nuevo enfoque no solo busca fomentar la paz en Siria, sino que también se enmarca en una estrategia más amplia de seguridad nacional de los Estados Unidos. A través de ello, se intentará que Siria sea un país que respete a todas sus comunidades religiosas y étnicas, contribuyendo así a la prosperidad regional.

Además, el presidente ha dejado claro que debe existir responsabilización para los perpetradores de crímenes de guerra y otras violaciones mientras se ejecuta esta nueva política. Esto garantiza que las reformas políticas no se hagan a expensas de la justicia para las víctimas del conflicto.

La decisión también está acompañada de un compromiso de Estados Unidos con la comunidad internacional para garantizar que cualquier avance en Siria se implemente de manera que se respete el derecho internacional y los derechos humanos. Los secretarios de Estado y del Tesoro jugarán un papel fundamental en supervisar estos cambios y asegurarse de que la seguridad y la paz continúen siendo una prioridad.

Con este movimiento, la administración muestra un reconocimiento del cambio de circunstancias en Siria y un deseo de construir un futuro donde el diálogo y la cooperación puedan prevalecer sobre el conflicto y la división. Mientras el mundo observa, la esperanza es que esta iniciativa lleve a un nuevo amanecer para un país que ha conocido demasiado sufrimiento y desolación.

Fuente: WhiteHouse.gov

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