En un esfuerzo por reforzar la seguridad en la frontera sur de Estados Unidos, el presidente Donald J. Trump ha firmado una orden ejecutiva que suspende la entrada física de inmigrantes ilegales, a quienes se les considera parte de una «invasión». Este movimiento llega en respuesta a las solicitudes de protección de varios estados, en particular Texas, que durante la administración de Biden solicitaron mayor atención federal ante la creciente ola de inmigración no autorizada.
La medida se basa en la autoridad conferida al presidente por la Ley de Inmigración y Nacionalidad (INA) así como por el Artículo II de la Constitución, que le permite actuar para proteger a los Estados de amenazas externas. Según la Administración, la falta de acción del gobierno anterior ha resultado en costos significativos para comunidades locales que han visto un aumento en la población de inmigrantes sin estatus legal.
La orden ejecutiva también da directrices a instituciones claves como el Departamento de Seguridad Nacional, el Departamento de Justicia y el Departamento de Estado, instándolos a repeler, repatriar y eliminar de inmediato a los inmigrantes ilegales que ingresan al país. Además, se establecen restricciones más estrictas a la aplicación de leyes de inmigración, como el acceso al asilo, para aquellos considerados como parte de este movimiento no autorizado.
Trump, quien ha prometido «sellar la frontera desde el primer día» en un posible segundo mandato en 2024, ha reiterado que la inmigración ilegal no solo afecta a los trabajadores americanos, sino que también impone una carga considerable a los contribuyentes y a la seguridad pública. Desde 2018, ha abogado por acciones legales para abordar lo que él describe como una crisis de inmigración que está costando al país miles de millones de dólares anualmente. Esta declaración es parte de un esfuerzo más amplio por parte de su administración para centrar su agenda en la seguridad fronteriza, tema que ha resonado con su base de apoyo.
A medida que el debate sobre la inmigración continúa polarizando a la nación, esta acción busca reafirmar el compromiso del presidente con la protección de los estados y el bienestar de los ciudadanos estadounidenses frente a lo que él califica como una invasión.
Fuente: WhiteHouse.gov