AirHelp, una destacada empresa tecnológica dedicada a mejorar la experiencia de los pasajeros durante posibles interrupciones de vuelo, ha llevado a cabo una reveladora encuesta para desentrañar los mayores desencantos de los viajeros aéreos a nivel mundial. Dirigida a pasajeros de Europa, Estados Unidos y Brasil, el estudio ofrece una ventana al sentir de los usuarios del transporte aéreo, destacando aspectos que podrían ser fácilmente solucionados por las aerolíneas para mejorar su percepción.
Uno de los hallazgos más significativos es la importancia de la información completa y transparente para los pasajeros. Un contundente 66% de los encuestados manifestó su inconformidad ante la falta de información oportuna respecto a su vuelo, especialmente en casos de retrasos o cancelaciones. Este dato resalta la necesidad de que las aerolíneas prioricen la comunicación efectiva con los pasajeros para mitigar la ansiedad y el malestar durante el viaje.
Otro aspecto que genera una notable frustración entre los viajeros es la política de equipaje, señalada por el 64% de los participantes. Las restricciones de tamaño y las diferencias entre las regulaciones de cada aerolínea causan confusión y tensiones innecesarias, revelando la urgencia de una mayor claridad en este tema al momento de la reserva.
Y no menos importante es el reconocimiento de los derechos del pasajero, que sigue siendo un área de preocupación significativa. Un 63% de las personas encuestadas consideraron problemáticas las dificultades para obtener reembolsos o compensaciones económicas adecuadas cuando surgen inconvenientes, y un 57% se mostró inquieto por la insuficiencia de ofertas de vuelos alternativos en casos de cancelación.
La falta de espacio personal continúa siendo un aspecto negativo, donde el 63% de los viajeros expresó su descontento por la estrechez entre asientos, afectando su comodidad a bordo.
AirHelp ha profundizado también en cada fase del viaje para identificar los focos de molestia más específicos de los pasajeros. Durante el proceso de compra, las reglas confusas sobre el equipaje y los precios poco transparentes son destacados como fuentes de molestia. En el aeropuerto, la ineficiencia en el manejo de filas para el check-in y los controles de seguridad, así como los cambios de puerta de embarque de último minuto, encabezan las quejas. Mientras están en el avión, los viajeros señalan la escasa comodidad, el comportamiento de otros pasajeros y los baños mal cuidados como factores que afectan negativamente su experiencia de vuelo.
Cuando se trata de retrasos o cancelaciones, la función de AirHelp en asesorar a los pasajeros sobre sus derechos y facilitarles las reclamaciones de compensación se convierte en un recurso valioso.
Este análisis apunta a que las aerolíneas tienen una oportunidad de reducir las frustraciones mejorando la rapidez en el pago de compensaciones y reembolsos, proporcionando información clara sobre interrupciones y proponiendo alternativas de vuelo eficientes. Adaptar estas prácticas sería esencial para transformar la experiencia aérea y atender las necesidades más demandantes de los pasajeros, asegurando así un viaje más placentero y menos tenso.