El esquí ha alcanzado una notable popularidad en el País Vasco, atrayendo a decenas de miles de aficionados cada temporada. Este deporte invernal, sin embargo, conlleva un conjunto de retos físicos que pueden resultar en lesiones, con las rodillas siendo particularmente vulnerables. La Dra. Nuria Urquiza, especialista en Traumatología del Centro Médico Quirónsalud Plaza Euskadi, apunta que las lesiones de rodilla, especialmente del ligamento cruzado anterior, son comunes debido a los giros bruscos y las caídas que generan una presión considerable sobre estas articulaciones. Además, las fracturas de muñeca y clavícula, así como las luxaciones de hombro, son frecuentes, dado que la reacción instintiva de protegerse con las manos al caer aumenta el riesgo de tales lesiones.
Existen notables diferencias en los tipos de lesiones según el género. Las mujeres son propensas a sufrir lesiones en las rodillas, en particular del ligamento cruzado anterior, debido a factores anatómicos, hormonales y de control neuromuscular. En contraste, los hombres tienden a experimentar con más frecuencia lesiones en la parte superior del cuerpo, dado a que suelen asumir más riesgos durante la práctica del esquí.
Para mitigar el riesgo de lesiones, una preparación física adecuada es esencial. Fortalecer las piernas y el core, así como mejorar la flexibilidad semanas antes de la temporada de esquí, es crucial. La Dra. Urquiza también enfatiza la importancia de un calentamiento adecuado, el uso de equipo adecuado y la hidratación constante. Además, es fundamental ser consciente de los propios límites, ya que la mayoría de las lesiones ocurren al final del día cuando el cansancio puede reducir la capacidad de reacción y técnica.
En el ámbito del diagnóstico y tratamiento, la traumatología ha experimentado avances significativos. Las resonancias magnéticas de alta precisión permiten diagnósticos rápidos y exactos, incluso en lesiones pequeñas. Además, la artroscopia y otras técnicas mínimamente invasivas han revolucionado la recuperación, permitiendo reparar ligamentos o meniscos con incisiones mínimas y reduciendo notablemente el tiempo de recuperación.
La rehabilitación post-quirúrgica es igualmente importante. La Dra. Urquiza destaca que el éxito del tratamiento depende tanto de la cirugía como de una adecuada rehabilitación. Un programa integral de readaptación deportiva es esencial para evitar recaídas y asegurar una recuperación plena.
En resumen, mientras el esquí se consolida como una actividad recreativa popular, es crucial adoptar medidas preventivas y estar preparado para minimizar el riesgo de lesiones, garantizando así una temporada más segura y placentera en las pistas.
