El presidente Donald J. Trump firmó recientemente una Orden Ejecutiva con el objetivo de promover la restauración de una sólida base de fabricación nacional de medicamentos recetados en Estados Unidos. Esta normativa, considerada un paso crucial hacia la autosuficiencia en la producción farmacéutica, incluye medidas específicas para facilitar la fabricación de ingredientes y materiales necesarios para la elaboración de estos productos.
Una de las acciones más destacadas que se deriva de esta orden es la instrucción a la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) para reducir los tiempos de aprobación de fábricas farmacéuticas en el país. El objetivo es eliminar requisitos duplicados y innecesarios, agilizando las revisiones y brindando apoyo temprano a los fabricantes locales antes de que sus instalaciones comiencen a operar. Asimismo, la FDA aumentará las tarifas e inspecciones de las plantas de fabricación en el extranjero, buscando asegurar la calidad y la procedencia de los medicamentos.
Además, la Orden también ordena a la Agencia de Protección Ambiental (EPA) acelerar la construcción de instalaciones para la fabricación de medicamentos y otros ingredientes activos, garantizando así una infraestructura sólida para la producción nacional. Para mejorar la eficiencia en la tramitación de permisos, se designará un único punto de contacto en las agencias federales, facilitando la coordinación y reduciendo la burocracia.
El presidente también enfatizó la importancia de este esfuerzo en términos de seguridad nacional, señalando que las barreras burocráticas actuales para establecer una cadena de suministro farmacéutica resistente y asequible son inaceptables. Las estimaciones indican que la creación de nuevas capacidades de fabricación podría llevar de cinco a diez años, lo que representa un riesgo significativo en una época de creciente incertidumbre global.
Con estas acciones, Trump reafirma su compromiso de «poner a América primero», priorizando las instalaciones de fabricación en el país sobre las extranjeras. En sus propias palabras, el presidente enfatizó que «no queremos estar comprando nuestros productos farmacéuticos a otros países, porque si estamos en una guerra, estamos en un problema, queremos poder producir lo nuestro». Este enfoque busca fortalecer la producción local y reducir la dependencia de proveedores extranjeros en épocas de crisis.
La Orden Ejecutiva es parte de un esfuerzo más amplio por parte del gobierno para reanudar la producción de medicamentos esenciales y asegurar que las cadenas de suministro críticas sean sostenibles y seguras para los estadounidenses. Con esta estrategia, la administración de Trump se propone no solo mejorar la salud pública, sino también impulsar la economía local y la seguridad nacional mediante una producción farmacéutica robusta y confiable.
Fuente: WhiteHouse.gov
