El presidente Donald J. Trump ha dado un paso significativo hacia la expansión de las oportunidades educativas para las familias estadounidenses, al firmar un nuevo decreto ejecutivo que subraya la importancia de los derechos de los padres en la educación de sus hijos. En un entorno donde la elección escolar se ha convertido en un tema candente, esta medida busca empoderar a los padres, afirmando que son ellos, y no el gobierno, quienes deben tener la última palabra en la dirección educativa de sus hijos.
Entre los puntos más destacados de la orden se encuentra la directiva al Departamento de Educación para que emita una guía sobre cómo los estados pueden utilizar las fórmulas de financiamiento federales para respaldar los programas de becas en la educación K-12. Además, se priorizarán los programas de elección escolar en las asignaciones discrecionales del Departamento, un movimiento que podría cambiar la estructura del acceso educativo en el país.
Asimismo, el decreto instruye al Departamento de Salud y Servicios Humanos a ofrecer orientación sobre cómo los estados que reciben fondos de subvenciones bloqueadas pueden emplear esos recursos para apoyar alternativas educativas, incluyendo opciones privadas y basadas en la fe. También se busca un plan específico para familias militares que desean usar los fondos del Departamento de Defensa para la elección escolar de sus hijos, así como para aquellos con estudiantes en escuelas de la Oficina de Educación Indígena.
Según el presidente, cada niño merece la mejor educación, sin importar su código postal, y ha señalado que el sistema educativo asignado por el gobierno ha fracasado durante generaciones al no satisfacer las necesidades de millones de estudiantes. Las estadísticas son alarmantes: un 70% de los estudiantes de octavo grado no alcanzan el nivel adecuado en lectura y un 72% en matemáticas, lo que resalta la urgencia de implementar cambios.
Este decreto también se inscribe en una tendencia más amplia, donde varios estados han adoptado programas de elección escolar, con un fuerte respaldo público. Las encuestas indican que el 70% de los demócratas, el 73% de los afroamericanos y el 69% de los hispanoamericanos apoyan estas iniciativas, evidenciando un consenso más allá de la línea partidista.
La medida se suma a un legado de acciones tomadas durante la primera administración de Trump, que incluyen la promoción de la Ley de Oportunidad Educativa de D.C. y un significativo financiamiento para el desarrollo de escuelas charter. Además, la posibilidad de que los padres retiren hasta $10,000 anuales de cuentas de ahorro para educación para cubrir gastos de escuelas K-12 ha sido un recurso clave para muchas familias.
Con esta nueva orden, el presidente reafirma su compromiso de proporcionar a los padres todas las oportunidades necesarias para enriquecer la educación de sus hijos mediante la elección individual, y promete seguir trabajando en la construcción de un sistema más inclusivo y accesible. La administración espera que estas iniciativas se traduzcan en un cambio real y positivo en la calidad de la educación en todo el país.
Fuente: WhiteHouse.gov
