Los eurodiputados exigen medidas preventivas contra el tecnoestrés y la sobreconexión para abordar problemas de salud mental y mejorar los beneficios del teletrabajo.
Los miembros del Parlamento Europeo, en una sesión conjunta del Comité de Empleo y Asuntos Sociales y del Comité de Derechos de la Mujer e Igualdad de Género, han hecho un llamamiento urgente para adoptar medidas preventivas contra el tecnoestrés y la sobreconexión. Este esfuerzo busca no solo mitigar los problemas de salud mental asociados al trabajo remoto, sino también maximizar las ventajas que ofrece la modalidad de teletrabajo.
Ante el aumento exponencial del teletrabajo impulsado por la pandemia de COVID-19, las preocupaciones sobre el bienestar mental de los trabajadores europeos han centrado la atención de los legisladores. El tecnoestrés, definido como el estrés relacionado con el uso de tecnologías de la información y la comunicación, junto con la sobreconexión —la incapacidad de desconectar del trabajo— están generando un impacto significativo en la salud mental de miles de empleados.
El Comité de Empleo y Asuntos Sociales destacó que, si bien el teletrabajo ofrece numerosos beneficios como la flexibilidad horaria y la disminución del tiempo en desplazamientos, también presenta desafíos que no deben ser subestimados. Los legisladores subrayaron que el equilibrio entre la vida laboral y personal se ha vuelto más difícil de lograr, lo cual incrementa el riesgo de padecer agotamiento, ansiedad y depresión.
«El trabajo remoto no debería traducirse en estar disponible las 24 horas del día, los 7 días de la semana», afirmó un miembro destacado del comité. «Necesitamos políticas claras que defiendan el derecho de los empleados a desconectar y proteger su salud mental».
Por su parte, el Comité de Derechos de la Mujer e Igualdad de Género hizo hincapié en cómo estos problemas afectan de manera desproporcionada a las mujeres. A menudo, las mujeres asumen la mayor parte de las responsabilidades domésticas y de cuidado, lo que se ve exacerbado con la modalidad de teletrabajo. «Es imperativo que las medidas preventivas también consideren y aborden la brecha de género en el impacto del tecnoestrés y la sobreconexión», señalaron desde el comité.
Ante esta situación, se han propuesto varias medidas, como el establecimiento de horarios laborales estrictos y la creación de campañas de concienciación sobre la importancia de desconectar. Además, se discutió la necesidad de proporcionar formación adecuada a los empleados sobre el uso saludable de las tecnologías y fomentar una cultura empresarial que priorice el bienestar mental.
Los eurodiputados son conscientes de que la implementación de estas medidas requiere un esfuerzo concertado de gobiernos, empleadores y trabajadores. Sin embargo, insisten en que es un paso esencial para garantizar que el teletrabajo, una práctica que probablemente perdure más allá de la pandemia, sea sostenible y beneficioso para todos los involucrados.
En última instancia, las comisiones hicieron un llamamiento para que la Unión Europea lidere con el ejemplo, adoptando reglamentaciones que garanticen un entorno de trabajo seguro y saludable para todos sus ciudadanos, y que sirvan de modelo a seguir para otras regiones del mundo.
Nota de prensa UE