Presentado «Para hacerte saber mil cosas nuevas», nueva publicación sobre los represaliados tras la guerra civil en la provincia

El salón noble del ayuntamiento ha sido el lugar donde se ha presentado una nueva publicación «Para hacerte saber mil cosas nuevas» editado por la UNED y vinculado al programa de recuperación de la memoria democrática de la Diputación Provincial.

Gonzalo Redondo Cárdenas, Vicepresidente del area de Hacienda y Promoción económica de la diputación de Ciudad Real y primer teniente alcalde del ayuntamiento alcazareño ha estado en la presentación del libro, del que dice es necesario para comprender muchos hechos terribles de la guerra civil.

Dos casos de Alcázar  son los que aparecen en este trabajo de varios años, que ha pretendido dar luz a muchos hombres que habían silenciado a los largo de la historia, diginificar a estas personas 162 personas de Alcázar, hombres y mujeres,.dice, que dieron con sus huesos en una cuneta o fosa común solo por opinar de manera contraria a los vencedores de una maldita guerra“

Han sido 80 años de silencio en los que muchas familias se han silenciado, algunos hoy tienen, miedo a hablar. Con este libro se ha conseguido que algunos hablen, han contado sus experiencias, y sobre todo que han puesto en valor las experiencias de esos hombres y mujeres que murieron, que fueron represaliados por el franquismo, solo por no pensar igual que el dictador Franco. Hoy abrimos esta página de la historia que hay que explicar y conocer, apunta Gonzalo Redondo.

La colaboración y el trabajo continúa porque aún queda, dice Redondo dignificar las fosas para dar dignidad a las personas, hombres y mujeres que, desgraciadamente están ahí enterrados.

Esta publicación es fruto de un trabajo llevado a cabo por profesores con el que se pretende recuperar nombres y vidas.

Julián López profesor de Antropología social de la Uned, auntor del libro, afirma que.este libro recupera nombres, personas y vidas. Devolverles la civilidad que habían perdido porque a veces fueron puestos en los registros civiles, prácticamente como si fueran no humanos, devolverles la civilidad que les quisieron quitar.

Esta investigación no sólo tiene un valor cualitativo sino que también ha recopilado 100 pequeñas biografías que quieren ser representativas de esos 4.000 nombres de represaliados en la provincia.

El profesor explicaba que es un trabajo costoso, hay que recuperar los recuerdos dolorosos que guardan los familiares a buen recaudo y a los que no se accede con facilidad. Con las biografías se ha querido que hubiera personas representativas de las distintas profesiones y situaciones sociales. Quieren que leyendo esas biografía el resto de los 4000 se identificaran.

Mezclar el aporte cuantitativo con el cualitativo. Han participado investigadores locales y familiares. Se ha contado con invetigadores de la universidad como antropólogos catedráticos, profesores titulares, investigadores del CSIC, junto a pequeños investigadores locales y familiares

La antropóloga María García Alonso ha sido la encargada del trabajo sobre el partido judicial que encabeza Alcázar de San Juan y han servido como ejemplo Los hermanos Laguna, Carmelo y Camilo, Venancio, Bernardo y Felíx Ramos, de este último ha recuperado su historia el ex-viceconsejero de Educación Pedro Pablo Novillo.

Alcázar de San Juan fue uno de los lugares más represaliados después de la guerra, el hecho de que fuera un pueblo con gran número de ferroviarios hizo que se considerara como libertario.

La provincia de Ciudad Real fue la más represaliada de España, por encima de Cataluña han explicado los autores del libro.

Casos injustos, ajusticiamientos sin sentido, familias rotas, separadas, muertes al alba después de haber pasado la noche en capilla, muchos recuerdos y, sobre todo, duros y tristes testimonios de personas que aún viven y sufrieron en sus propias carnes el terror de unos años que dejaron a España sin libertades y sumida en el miedo.

De Alcázar se destacaron las fosas comunes  que aún quedan y el caso de un grupo de chicas jóvenes que fueron condenadas a muerte porque se habían pasado un papel con una letra del cara al sol que no era la oficial, sino que reivindicaba pan y libertad. Algunas de ellas murieron en las cárceles de toda España, por las malas condiciones en las que estaban.

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