Un 47% de las madres españolas se deciden por la lactancia natural para alimentar a sus bebés en sus primeros meses de vida. Lo cierto es que esta cifra resulta baja con respecto a las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, cuyo objetivo es que la gran mayoría, si no es la totalidad de las mujeres, se decidan a amamantar a sus hijos, al menos hasta los seis meses de vida.
Los beneficios de la lactancia materna son enormes, tanto para la madre como para los bebés. Aparte de la conexión y el vínculo que se establece entre ambos, la leche materna proporciona nutrientes e inmuniza frente a numerosas enfermedades a los lactantes y reduce significativamente sus visitas a las urgencias hospitalarias. Para las madres, supone una importante protección contra algunos tipos de cáncer (mama, útero) y enfermedades cardiovasculares.
El Colegio de Fisioterapeutas de Castilla-La Mancha (COFICAM) dedica su primer videoconsejo del año 2023 a explicar a las madres cuáles son las pautas a seguir para estar cómodas y evitar posibles lesiones durante el amamantamiento. Desde COFICAM recuerdan a las madres primerizas que “dar de mamar no tiene que producir dolor; si el dolor aparece, hay que reposicionarse para evitarlo. Aunque no siempre es fácil, las sesiones son largas y es muy importante tener la postura ergonómica más adecuada para evitar posibles dolores musculares o, incluso, lesiones. Una de las zonas de mayor riesgo para sufrir una lesión, es la espalda”.
Para conseguir una adecuada subida de leche que permita mantener la lactancia desde el principio hay que iniciarla de forma precoz, nada más dar a luz. Las tomas deben ser frecuentes y sin límite de tiempo, adelantándose al llanto del bebé, de forma que este no se ponga nervioso y trague aire.
Las posturas recomendadas son las siguientes:
- Sentada, con la espalda reposada completamente y los pies apoyados. Esta postura protege de dolores lumbares y cervicales. La cabeza del bebé tiene que descansar en el antebrazo que estará apoyado bien en un reposabrazos o en un cojín de lactancia, para que no sea la madre la que sujete el peso de su bebé y no se sobrecargue el brazo.
- Tumbada de lado, apoyando la cabeza en una almohada; de esta forma, la madre solo tendrá que sujetar la espalda del bebé. En este caso, el bebé y la madre tienen que colocarse “barriga con barriga”, de forma que es el bebé el que se acerca al pecho y no al revés.
- Para conseguir una buena alineación/succión, se debe hacer coincidir la nariz del bebé con el pezón. Así se logra una extensión de la cabeza que facilita el vacío para la succión y la deglución. El bebé abre la boca introduciendo en su interior el pezón y parte de la areola.
- Los labios del pequeño deben estar evertidos (vueltos hacia fuera), sobre todo el labio inferior doblado hacia abajo y la nariz y mentón pegados al pecho de la madre.