Por la pobreza sanitaria en España, hay niños en el “limbo jurídico sanitario”

Fundación Madrina denunció la exclusión sanitaria que sufren muchos niños en España. Paula, una preciosa niña de 13 meses, es uno de esos casos que presentan una exclusión sanitaria. Carolina, su madre, es española e indica que no puede sacar la tarjeta sanitaria de su bebé, ya que carece de tarjeta sanitaria ella misma, y no está asignada. Por eso, para el médico es como si Paula no existiera. De la misma forma, no le dan cita previa para Paula por Internet porque falla el PIN de la tarjeta de la madre desde que empezó la pandemia, cuando nació el bebé, y no puede pasar al centro sanitario con la bebé, ya que por medidas de seguridad COVID no puede ingresar sin cita previa.

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La falta de atención que hubo por el COVID, la ausencia de citas, la carencia de certificados de nacimiento –porque la Administración del Estado estuvo cerrada-, o la falta de empadronamiento de las madres durante el COVID, está ocasionando un “limbo jurídico infantil”, en donde se desprotege sanitariamente a los niños en sus 3 primeros años de vida.

Además, los bebés sin papeles nacidos en España, los nacidos de madres aisladas y las madres embarazadas con NIE autorizado, pero todavía sin empadronar, presentan como un número de CIPA (número de expediente interno), pero que no les da derecho a recetas, ni a descuentos en medicamentos, y los bebes y pequeños carecen de cartilla sanitaria asignada.

Las madres españolas tampoco están en la mejor situación. En los ambulatorios de la Seguridad Social no les dan cita, porque explican que no se permite ingresar sin cita previa por el COVID. Tienen que llamar por teléfono, pero nadie atiende o les dicen que no dan cita por teléfono, únicamente por Internet. Por otra parte, resulta una aventura imposible sacar cita por Internet, al no poseer papeles los niños lo que les impide legalizar la situación sanitaria de los niños.

Ante dicha situación de “limbo jurídico”, los médicos pediatras en los distintos centros de salud optan por dar de alta a los niños o bebés cada vez que estos van al ambulatorio, pero estas altas se borran a los 15 días, por lo que se borra todo el historial médico del paciente, y solamente se vuelve a atender al menor si se vuelve a dar de alta por parte del médico. Esto implica que depende de la buena voluntad del especialista pediátrico.

A su vez, para pedir la tarjeta sanitaria del bebé, se requiere documentación como: partida de nacimiento, DNI y clave PIN de la madre o del padre, y que son documentos que pide la Seguridad Social, sin ellos no existe sanidad universal, y debido a que no se puede acceder a la partida de nacimiento de los bebés nacidos en la pandemia, las madres no pueden acceder con sus hijos a los centros sanitarios.

Los niños del “limbo jurídico” solamente son atendidos en casos de urgencia, y no siempre que lo necesitan. A su vez, los administrativos de los centros sanitarios en numerosas ocasiones les indican a las madres, que, en caso de requerir una intervención sanitaria, deberán cobrarles por ella.

Los pediatras de la Fundación Madrina, nos indican que están volviendo a ver enfermedades ya erradicadas en España, como tuberculosis, parasitosis intestinales, malaria, enfermedades tropicales, dengue, sarna, filariasis. Además, la falta de vacunas trae brotes de sarampión ya que muchos menores vienen de zonas en las que este tipo de enfermedades son endémicas y las importamos.

Por otra parte, la atención médica sigue siendo telefónica todavía en muchas situaciones, incluidos los niños cuya salud y vulnerabilidad es preocupante de acuerdo a la Fundación Madrina.

A su vez, cuando el bebé pasa de un año, la Administración Sanitaria les indica a los padres, que el sistema no genera citas, y hay que hacerlo manualmente, dar de alta, y después de baja al menor.

También pasa que, si la madre no está inscrita en la Seguridad Social, en la admisión administrativa del centro de salud no le dan ninguna cita para el niño si pasa de los 12 meses. Los administrativos de los centros sanitarios empiezan a poner trabas para atender a esos bebés.

A su vez, se dificultad la asistencia sanitaria a los adultos y niños sin empadronar, un hecho significativo durante la pandemia, ya que se pierden en muchos casos los empadronamientos por la crisis económica que motivó la movilidad de las familias hacia otras viviendas por desahucios continuos, generando que numerosas familias convivan hacinadas, con familiares conviviente de hasta 3 generaciones –abuelos, hijos y nietos-, o amigos.

Por otra parte, muchas familias vulnerables no pueden acceder, o incluso, no pueden pagar, aquellos medicamentos para los niños aún con las recetas de la Seguridad Social, como la insulina, vitaminas para gestantes y niños, entre otros. Hay una gran cantidad de enfermedades poco comunes que requieren medicamentos, y la Seguridad Social no paga por completo las recetas, lo que agrava la situación social de estas familias. Este hecho ha sido un infierno económico y sanitario para muchas familias vulnerables, que no tienen recursos para pagar los medicamentos, ni para costear el transporte en metro, por lo que se racionan o dejan de usar los medicamentos tan necesarios como el salbutamol o la insulina.

Hay jóvenes madres, algunas de ellas en pisos de acogida, que presentan NIE y tienen hijos a cargo, menores de un año. Muchas de estas madres reciben regañinas fuertes en los centros de salud, porque ninguno de sus niños, suelen tener permiso de residencia. Especialmente si son de origen venezolano o salvadoreño, o de cualquier otro país que no presente convenios bilaterales con España.

Ante estos hechos, Fundación Madrina recomienda a las familias vulnerables a las que se les niega la sanidad pública realizar las siguientes acciones:

Pedir por escrito a “ATENCION AL PACIENTE” del centro de atención primaria u hospital, reclamando la asistencia que los menores o las gestantes necesiten.

Siempre ir acompañados por un voluntario o amistad española; la Fundación Madrina ofrece madrinas sanitarias voluntarias

Que en el caso de que se les deniegue la atención sanitaria o la cita, deberán recurrir a la trabajadora social del Centro de Salud para reclamar esta asistencia sanitaria materno-infantil, tanto para las madres gestantes, como para los menores.

Fundación Madrina cuenta con un número de teléfono 24h, 914490690, www.madrina.org, para atender cualquier duda, o bien para realizar primeras atenciones pediátricas o ginecológicas, como ecografías, o bien acompañamiento sanitario.

Para conseguir el derecho a los niños a la nacionalidad e identidad personal, y obtener los papeles de los niños de países sin convenios bilaterales con España, hay que pedir la nacionalidad por valor de “simple presunción”. A muchos niños y personas se les niega el pasaporte.

Asimismo, Fundación Madrina solicita a las autoridades civiles y sanitarias lo siguiente:
• Pedimos el derecho a la sanidad universal y de atención primaria, para todos los niños nacidos o no en España, tengan o no papeles, estén o no empadronados, y el derecho subsidiario a la misma para sus madres o para gestantes. Actualmente, existe la obligación de escolarizar a los niños de cualquier procedencia, pero no en caso de atención sanitaria, suponiendo además un riesgo, la integración de niños no vacunados en las aulas.
• Que los niños, sea cual sea la procedencia de la madre, siempre tengan derecho a la salud universal y, por tanto, a la tarjeta sanitaria con el fin de ser atendidos en los centros de atención primaria y en los centros de urgencias.
• Para preservar el derecho de la infancia a la sanidad universal, se solicita que España firme convenios bilaterales con todos los países y en su defecto, que se garantice el derecho a la sanidad universal de los mismos junto al de su madre.
• Que los menores y las madres embarazadas, independientemente de su situación legal o procedencia, o realidad de empadronamiento, tengan derecho a un número de la seguridad social, que les permita acceso gratuito a medicamentos, a recetas médicas, a atención primaria y a servicio de urgencias.
• Que la atención sanitaria de menores sea siempre obligatoriamente presencial, nunca exclusivamente telefónica ni virtual, como ha pasado en este último año.
• Que los niños nacidos en España y sus madres, que carezcan de empadronamiento, lo sean por defecto en los Centros de Salud o Servicios Sociales más cercanos a su lugar de residencia.
• Que los niños y las madres de familias vulnerables, tengan derecho a recetas de la seguridad social y a medicamentos, intervenciones y terapias gratuitas.

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