Las plantillas de las empresas Internacional de Composites (ICSA) y Aeronáutica y Automoción (AyA) han protagonizado este miércoles una movilización enérgica en respuesta a la instalación de cámaras de vigilancia dentro de sus instalaciones. La iniciativa ha generado preocupación entre los empleados, quienes interpretan esta medida como un acto de desconfianza por parte de la dirección.
Los trabajadores expresaron su rechazo a lo que consideran una invasión de su privacidad laboral. Alegan que la instalación de este tipo de dispositivos no solo afecta su entorno de trabajo, sino que también crea un clima de tensión y desconfianza entre el personal.
Estas acciones laborales fueron visibilizadas a través de diversos medios, incluyendo una publicación en UGT Castilla-La Mancha. La situación en ICSA y AyA ha suscitado un amplio debate sobre los límites entre el control empresarial y el respeto a la privacidad de los empleados.
La instalación de sistemas de videovigilancia en los lugares de trabajo es un tema que ha ganado relevancia en los últimos años. Empresas de diferentes sectores han considerado esta medida bajo el argumento de aumentar la seguridad y la eficiencia. Sin embargo, situaciones como la ocurrida en estas dos compañías ponen de manifiesto las tensiones y la resistencia que puede generar entre los trabajadores.
Fuente: UGT Castilla-La Mancha