Plan International, una organización comprometida con los derechos de la infancia y la igualdad de género, ha emitido una alerta durante la Cumbre del G20 sobre la carga desproporcionada de trabajo no remunerado que recae sobre las niñas de entre 5 y 14 años a nivel mundial. Según el informe titulado ‘No tenemos tiempo: la división de los cuidados en función del género y su impacto en las niñas’, estas jóvenes emplean alrededor de 550 millones de horas diarias en labores de cuidados no remunerados.
El estudio, basado en entrevistas con 92 jóvenes de 17 y 18 años de nueve países, revela que el 94% de las participantes dedican aproximadamente cinco horas y 15 minutos diarios a tareas domésticas y de cuidados. Este tiempo supera al que destinan a sus estudios, limitando significativamente sus oportunidades educativas y profesionales y afectando su bienestar y desarrollo a largo plazo.
Concha López, directora general de Plan International, enfatiza la necesidad de redistribuir el trabajo de cuidados e involucrar a niños y hombres en estas tareas para avanzar hacia un futuro más equitativo. Los gobiernos deben implementar políticas sociales que cierren esta brecha de género, promoviendo el acceso a la educación y el empleo para las jóvenes.
De las participantes en el estudio, 87 realizan trabajos de cuidados diariamente, superando incluso el tiempo promedio dedicado por mujeres adultas a nivel mundial. Esta responsabilidad limita sus posibilidades educativas, con un 21.7% de las niñas entrevistadas que han abandonado la escuela debido a la carga de tareas domésticas. Además, enfrentan dificultades para asistir a clases y cumplir con sus responsabilidades académicas, lo que podría repercutir en su futuro económico al reducir sus oportunidades de lograr empleos bien remunerados.
Las jóvenes también reportan otros efectos adversos, como el estrés, la falta de descanso y sentimientos de soledad, exacerbados por la falta de tiempo para actividades de ocio. El impacto del cambio climático agrava aún más estas disparidades. Cuando las madres buscan trabajo fuera del hogar, se espera que las niñas asuman responsabilidades adicionales, invisibilizadas bajo la percepción de ser meramente «ayuda».
En este contexto, Plan International hace un llamado a la acción durante el G20, instando a la comunidad internacional a reconocer y combatir las desigualdades de género. La organización aboga por la inclusión de datos relativos al trabajo de cuidados no remunerado en las estadísticas nacionales y por políticas de inclusión económica que favorezcan a las niñas. Además, resalta la importancia de que las voces de las niñas sean consideradas en las decisiones políticas y subraya la necesidad de políticas transformadoras que aborden las desigualdades sociales, económicas y medioambientales.
En definitiva, el informe subraya la urgencia de invertir en educación y empleo para las niñas, y promover acciones climáticas con enfoque de género, como pasos cruciales hacia una sociedad más equitativa.
