La feria del olivar y los frutos secos ‘Aove & Nuts’ se está preparando para abrir sus puertas en Talavera de la Reina (Toledo) del 4 al 6 de abril, convocando a empresas, expositores, expertos y consumidores en torno al aceite de oliva virgen extra y los frutos secos más destacados, entre ellos la almendra y el pistacho.
Según una nota de prensa de los organizadores, el pistacho en particular disfruta de un crecimiento prominente gracias a su alto valor nutricional y a la creciente demanda por parte de los consumidores. Javier Moreno García, gerente de Míster Pistacho, subraya este auge señalando que «la demanda del pistacho español continúa al alza y así lo demuestran los precios. En un solo mes la variedad Larnaka en grano subió un 40%, situándose su precio en 16 euros el kilo».
La agenda del viernes, 5 de abril, se centrará en exposiciones sobre la actualidad del mercado del pistacho, incluyendo todas las fases desde la recolección hasta su distribución tanto en el mercado nacional como en el internacional, cubriendo también aspectos como la nutrición, variedades de semillas, poda, lonjas y precios. Estas conferencias técnicas forman parte de la extensa programación de la feria, que tiene como objetivo promover la cultura del AOVE y de los frutos secos.
Gerardo Sánchez Muñoz, presidente de Talavera Ferial, considera que esta edición consolidará un certamen clave en la dinamización de sectores agroalimentarios de importancia no solo para la provincia de Toledo, sino para toda Castilla-La Mancha y a nivel nacional. El pistacho, en particular, representa un cultivo en expansión en la región.
La superficie dedicada al pistacho ha experimentado un crecimiento notable, pasando de 2.000 hectáreas en 2006 a más de 55.000 hectáreas en 2023, debido al incremento de la demanda mundial, el clima propicio y la alta rentabilidad comparada con otros cultivos.
Castilla-La Mancha es líder en la producción de pistacho, concentrando más del 75% de las hectáreas dedicadas en España, a la que se suman áreas en Andalucía, Extremadura y Castilla y León. En particular, Ciudad Real, Toledo y Albacete son las provincias castellano-manchegas con la mayor extensión de cultivo, tanto en secano como en regadío, y donde más ha crecido el número de plantaciones en los últimos cinco años.
Una meta principal para la industria pistachera de la región es lograr la Denominación de Origen Protegida para este producto, garantizando la calidad y fortaleciendo su posición en los mercados internacionales.
