'Picasso visita al Greco' refleja el diálogo directo entre ambos en una muestra que estará en Toledo hasta septiembre

La muestra ‘Picasso visita al Greco’ se expone en el Museo del Greco de Toledo hasta el próximo 25 de septiembre, adelantándose a la conmemoración del 50 aniversario de la muerte del artista malagueño que tendrá lugar el próximo 8 de abril.

Así lo ha avanzado este miércoles en rueda de prensa la directora del Museo del Greco, Rosa Becerril, quien ha subrayado junto al director general de Patrimonio Cultural y Bellas Artes del Ministerio de Cultura y Deporte, Isaac Sastre, que en este espacio cultural se podrán contemplar las obras ‘Mujer con sombrero sentada en un sillón’ y ‘Venus y amor’, dos retratos de Picasso que se presentaron, por última vez, en el Museo del Prado en 2015.

Becerril ha explicado que esta exposición es fruto de la colaboración pionera en respuesta a un préstamo solicitado por parte del Museo Kunstmuseum Basel de Suiza, de tres obras del Greco de los tres apóstoles como San Juan, San Simón y San Marco, que comenzó allá por el año 2019 y que se ha materializado tres años después de una » negociación» por parte del Ministerio de Cultura y Deporte.

Por otro lado, el director general de Patrimonio Cultural ha explicado que ‘Picasso visita al Greco’ ofrece una ocasión «única» para que el artista dialogue de forma directa con uno de los pintores a los que más admiró, en la misma ciudad donde ‘El Greco’ alcanzó «el éxito».

En este sentido, ha explicado que, para Picasso, mirar a los genios que en su momento no fueron comprendidos del todo y a las artes que se consideraban entonces devaluadas y diferentes, fue el punto de «inicio» de lo que significó la revolución del arte contemporáneo.

De igual modo, ha explicado que la obra ‘Mujer con sombrero sentada en un sillón’, de 1941 y 1942, es un óleo sobre lienzo que Picasso realizó siendo un artista «consagrado». En él, remite al clásico retrato de tres cuartos del arte español, pero transforma y deforma los elementos formales del cuerpo y del rostro dividido prácticamente en dos partes bien diferenciadas.

En esta obra, la musa es la fotógrafa y artista francesa Dora Maar, con quien Picasso mantuvo una historia de amor durante casi 10 años, del año 1935 al 1945, coincidentes con un turbulento periodo a nivel político y social.

PINCELADAS RÁPIDAS E IMPULSIVAS

Por otro lado, la obra ‘Venus y el amor’ de 1967 es un óleo sobre lienzo que representa un tema mitológico clásico, Venus, la diosa del amor y Cupido, su compañero infantil. El estilo de esta obra se caracteriza por pinceladas «rápidas, grandes e impulsivas». Se corresponde con la etapa final de Picasso, los últimos años del artista que, desde 1961, vivió recluido en Mougins con el que será su último amor, su esposa Jacqueline Roque.

EL GRECO COMO INSPIRACIÓN

El director general de Patrimonio Cultural ha subrayado que Picasso se fijó en el Greco, un artista que también en su momento decidió no seguir las normas, lo que le supuso no terminar entrando como pintor del Escorial y asentándose en Toledo, donde pudo desarrollar toda su libertad creadora y un arte «único» que tardó casi 300 años en ser entendido. «En el momento que fue entendido sirvió para que otro genio se inspirará para crear esa nueva manera de entender el mundo», ha manifestado.

Preguntado sobre la elección de estos cuadros, ha apuntado que la selección de obras que prestan los museos no siempre va en consonancia con los deseos iniciales y, en este caso, estos retratos han sido «peleados» hasta cierto punto porque consideraban que son de los que más pueden representar la relación de Picasso con el Greco.

UN SIGNIFICADO «ESPECÍFICO»

Sobre la colocación de los cuadros, Sastre ha añadido que estos están colocados con un significado «específico». Así, con el cuadro ‘Mujer con sombrero sentada en un sillón’, un retrato de tres cuartos situado en la Sala del Apostolado de este Museo, se ha pretendido dialogar con el apostolado.

Sin embargo, ha señalado que, en concreto, a la obra ‘Venus y el amor’ se le ha querido dar «más relevancia», así como un espacio «único» donde se pudiera admirar con detenimiento como es la biblioteca de este Museo, «un lugar muy honorable para tener expuesta esta gran obra».

Por todo ello, Sastre ha remarcado que «hoy es un día muy feliz para la cultura y para Toledo», como para el Museo del Greco, ya en que en este espacio se encuentran obras de dos «genios» como el Greco y Picasso.

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