El Grupo de Investigación y Análisis (GIAT) del Subsector de Tráfico de la Guardia Civil de Cuenca ha llevado a cabo la investigación de un suceso de tráfico alarmante en el que un vehículo circuló 22 kilómetros en sentido contrario por la autovía A-3 (Madrid-Valencia). Los hechos transcurrieron entre los puntos kilométricos 208 al 186, en el ámbito del partido judicial de Motilla del Palancar, Cuenca.
La serie de acontecimientos comenzó cuando una patrulla de tráfico del Destacamento de Motilla del Palancar detectó al mencionado vehículo circulando a una velocidad de 156 kilómetros por hora en un segmento de la autovía donde el límite de velocidad está establecido en 120 km/h. En el intento de los agentes por detener al conductor y notificarle la infracción cometida, el individuo llevó a cabo una maniobra por demás peligrosa: realizó un cambio de sentido y procedió a conducir de manera temeraria en dirección opuesta a la estipulada, poniendo así en riesgo la vida de otros usuarios de la vía.
La Guardia Civil, ante tal inconducta, puso en marcha un seguimiento para identificar al conductor del automóvil, tarea que resultó complicada ya que este pertenecía a una empresa de alquiler de vehículos sin conductor y estaba bajo un contrato de leasing con una entidad financiera.
Tras intensas investigaciones y la colaboración interterritorial del GIAT del Subsector de Tráfico de Sevilla, se logró localizar al conductor, un hombre de 32 años. El individuo fue posteriormente investigado por ser el presunto autor de un delito contra la seguridad vial debido a su conducción temeraria, la cual podría haber tenido consecuencias fatales.
El resultado de la investigación y las diligencias realizadas han sido remitidas al Juzgado de Instrucción correspondiente en Motilla del Palancar, donde se llevarán a cabo los procedimientos judiciales pertinentes. Este incidente resalta la importancia de la labor de vigilancia que efectúan las fuerzas de seguridad para mantener la seguridad en las carreteras y sancionar comportamientos que ponen en peligro la integridad de los conductores y pasajeros.
