El Break Dance se presentará por primera vez en la historia de los Juegos Olímpicos en París 2024, tras haber sido incluido en los Juegos de la Juventud de Buenos Aires de 2018 y haber tenido gran éxito entre el público joven. Este deporte urbano nació en las calles del Bronx en Nueva York a finales de los años 70 como una variedad del Hip Hop y se ha convertido en una de las danzas más influyentes entre la juventud gracias a su ritmo y al alto grado de creatividad que ofrece. Los b-boys y b-girls, como se les conoce a los que bailan breaking, improvisan la coreografía a través de una serie de movimientos intensos y expresivos, como los footwork, top rock, go downs, power moves, freezes y acrobacias.
Para los Juegos Olímpicos de París 2024, los atletas competirán en formato de competiciones individuales cara a cara, y la primera oportunidad de clasificación se presentará en los Juegos Continentales, en los que se clasificarán los primeros 5 b-boys (uno por continente). Dos meses después llegarán las siguientes oportunidades en el Campeonato Mundial 2023, que se albergará en Bélgica, y entre marzo y junio de 2024 se repartirán las últimas plazas disponibles en las Series de Clasificación Olímpicas.
El camino para llegar a los Juegos Olímpicos de París 2024 es arduo, requiere mucho esfuerzo y sacrificio, como lo explica Graciel Santos, conocido como Bboy Grazy en el mundo del breaking, quien es una de las mayores estrellas del breaking nacional e internacional tras ser campeón del Red Bull Bcone España, Hip Hop Opsession en Francia y Dance Alive en Japón. Uno de los mayores inconvenientes que presenta este deporte urbano es que tienes que estar mucho rato en el suelo, lo que genera dolores; sin embargo, Bboy Grazy asegura que la clave del éxito de este deporte es el arraigo que tiene en la juventud, lo que lo convierte en un deporte muy especial. Se trata de un estilo de baile muy personal, en el que puedes expresar lo que quieras y lo que sientas en ese momento.
La inclusión del Break Dance en los Juegos Olímpicos es un impulso para la danza y un enorme valor al trabajo que realizan todos los profesionales del sector, como explica Alberto López, bailarín, coreógrafo y co-director de la escuela de danza WOSAP. En esa escuela se impartió el primer título universitario de danza moderna y contemporánea, y su objetivo es profesionalizar la danza y mantener esa idea de trabajo constante para apostar por ella como una disciplina deportiva.
Finalmente, se espera que el Break Dance conecte a este público joven con los Juegos Olímpicos, según Bboy Grazy, ya que este deporte tiene un gran arraigo en la juventud y lo considera un deporte muy especial.
