Durante la reciente toma de posesión de Milagros Tolón como delegada del Gobierno en Castilla-La Mancha, el presidente de la región, Emiliano García-Page, expresó su descontento con la percepción pública acerca de la moción de censura en la Alcaldía de Pamplona. Este proceso político tiene como objetivo reemplazar a la actual alcaldía dirigida por Unión del Pueblo Navarro (UPN) con un nuevo liderazgo de EH Bildu, con el apoyo del Partido Socialista Navarro (PSN).
García-Page señaló que le “molesta” que «la inmensa mayoría de los españoles» piensen que este cambio de poder estaba «previsto de antemano» y que formaba parte de un acuerdo tácito a cambio del apoyo de EH Bildu a la investidura de Pedro Sánchez. Las implicaciones de esta percepción, según García-Page, sugieren una planificación anticipada que podría interpretarse como una «mentirijilla», término con el que ha referido a la sospecha de engaño percibida por el público.
El presidente castellanomanchego hizo estas declaraciones en Toledo, puntualizando su incomodidad con la creencia generalizada sobre los movimientos políticos en cuestión. No obstante, enfatizó que, a pesar de las controversias en torno a posibles pactos, confía plenamente en que bajo el mandato de María Chivite en Navarra se mantendrá siempre una defensa firme de la Constitución Española, destacando la formación y los valores constitucionales de Chivite.
