El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha dado a conocer su opinión sobre la oferta hecha por la ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, a los regantes de Murcia. El lunes, García-Page consideró que el plan de subvencionar el agua desalada durante los próximos diez años es una opción «razonable» y que esta medida puede atender adecuadamente tanto a las necesidades de Castilla-La Mancha como a las de la zona del Levante.
García-Page argumentó que no se debe desaprovechar la oportunidad de poder contar con una «fuente inagotable de recurso hidráulico», refiriéndose al agua del mar, especialmente cuando existe la tecnología moderna que es altamente compatible con el medio ambiente y que ha avanzado considerablemente en términos de eficiencia de recursos y costos.
Desde Escocia, en el marco de sus reuniones con diversas entidades y parlamentarios con el fin de intercambiar estrategias relacionadas con la dependencia y discapacidad, el presidente castellanomanchego expuso que en la región del Levante actualmente se paga por el agua del mar un precio muy inferior al real, considerando los gastos que conlleva la desalación. No obstante, señaló que dicha agua es cada vez más utilizada alrededor del mundo.
García-Page hacía hincapié en la tendencia creciente de utilizar agua desalada y recalca desde Glasgow que «los tiempos van en esta dirección», sugiriendo una visión a futuro en la que el abastecimiento de agua no debe ser limitado por la escasez de recursos hídricos tradicionales, sino complementado por tecnologías que permitan su aprovechamiento sostenible.
