El nuevo concepto de «comer por los ojos» ha tomado un giro positivo gracias a un proyecto innovador llevado a cabo por un equipo de nutricionistas e investigadores del BCC Innovation, un centro tecnológico en gastronomía que forma parte del Basque Culianry Center (BCCI). En colaboración con el catedrático José Manuel Benítez del Castillo, la Dra. María Arrizabalaga, la Dra. Usune Etxeberria y el chef investigador Nahuel E. Pazos, han presentado el libro «Nutrición y Oftalmología Culinaria. Enfermedad de Ojo Seco» en la sede del Basque Culinary Center, en Donostia-San Sebastián.
El libro, que cuenta con el apoyo de OmniVisión Farma, representa una sinergia entre el experto mundial en enfermedad de ojo seco y una institución de vanguardia en investigación gastronómica. Su objetivo es transformar la expresión «comer por los ojos» en una acepción más positiva y beneficiosa para la salud, centrándose en la prevención y tratamiento de la enfermedad de ojo seco a través de la nutrición.
Según el profesor Benítez del Castillo, tener buena salud ocular no solo es compatible y depende de comer bien, sino que también se puede hacer de forma divertida. Es por ello que este libro no solo ofrece información clínica sobre la enfermedad de ojo seco y su relación con ciertos nutrientes, sino que también incluye propuestas de recetas y técnicas beneficiosas para su cocinado.
El enfoque de este proyecto se basa en la Medicina Culinaria, un concepto que combina la ciencia de la nutrición y la medicina con las artes culinarias. Esta alianza entre salud y gastronomía busca promover la salud ocular a través de una alimentación saludable y satisfactoria.
En este sentido, el trabajo generado se divide en dos partes claramente diferenciadas: una más clínica, abordando aspectos esenciales de la enfermedad de ojo seco, y otra desarrollada por BCC Innovation, que aporta recomendaciones nutricionales y un recetario con ideas de desayunos, comidas, cenas, snacks y bebidas basadas en la información clínica actual sobre el ojo seco y las evidencias científicas existentes sobre los nutrientes y el efecto de las técnicas culinarias.
La realización de este proyecto ha sido posible gracias a la colaboración entre distintos agentes del sector salud, lo que constituye un claro ejemplo de la importancia de la adecuada atención a los estilos de vida como elemento fundamental coadyuvante en la prevención y tratamiento de diversas enfermedades.
En conclusión, «Comer por los ojos» deja de ser una expresión con tintes negativos para convertirse en una forma divertida y sabrosa de promover la salud ocular a través de una alimentación saludable. Este proyecto representa una innovación que fusiona la salud y la gastronomía, demostrando el poder que tiene la cocina como un vehículo para promover la salud y el bienestar.