El Ayuntamiento de Guadalajara ha anunciado el lanzamiento de una nueva campaña en redes sociales para abordar las crecientes quejas relacionadas con los excrementos y orines de mascotas en la vía pública. Esta situación ha comenzado a afectar la imagen de la ciudad, así como la salud pública y el estado del mobiliario urbano.
Los concejales de Limpieza y Seguridad, David García y Chema Antón, han reconocido que, aunque la mayoría de los ciudadanos cumple con la normativa vigente, existe una minoría que no lo hace. Por ello, la campaña se centrará en «educar antes que sancionar», aunque se aplicarán multas cuando sea necesario. La iniciativa, en colaboración con la Policía Local, busca fomentar la limpieza, el bienestar animal y la convivencia respetuosa entre los vecinos.
García ha señalado que el número de quejas sobre excrementos de animales en la vía pública ha aumentado, lo que ha llevado al Consistorio a actuar. En los primeros seis meses del año, la Policía Local ha impuesto alrededor de un centenar de sanciones relacionadas con la normativa de limpieza, que incluye infracciones vinculadas a las mascotas.
Aunque el Ayuntamiento ha realizado campañas similares anteriormente, este nuevo esfuerzo surge debido al aumento en las denuncias recibidas por parte de los ciudadanos. Antón ha mencionado que el objetivo de la campaña no es asustar a la población, sino educar sobre un problema que persiste en la ciudad. A pesar de la orientación hacia la concienciación, el Consistorio está preparado para llevar a cabo sanciones según sea necesario.
La normativa actual establece diversas obligaciones para los dueños de mascotas, tales como llevar bolsas para recoger las heces y utilizar agua mezclada con vinagre o un producto higienizante no jabonoso para limpiar las micciones. Además, es prohibido dejar excrementos en áreas infantiles, jardines, aceras y otros lugares con alto tráfico peatonal. Las infracciones pueden tener un costo significativo; las leves pueden alcanzar hasta 750 euros por no llevar bolsas o botellas para limpiar orines, mientras que las faltas muy graves pueden llegar a costar hasta 3,000 euros.
Antón ha alertado sobre el impacto de los orines en la corrosión de farolas y otros elementos del mobiliario urbano, reiterando la importancia de que los ciudadanos actúen de forma responsable a la hora de tener mascotas. También ha observado que, además del problema de los excrementos, hay quienes dejan cartón, vidrios y hasta colchones junto a los contenedores de basura, lo que subraya la necesidad de promover una mayor concienciación al respecto.
Finalmente, los concejales han expresado su deseo de trabajar juntos para lograr una ciudad más limpia y responsable, enfatizando que el compromiso de todos es esencial para construir una «ciudad de primera».