En una ola inquietante de actividad sísmica, la región sur de Nápoles, en Italia, se vio sacudida por unos 150 terremotos a lo largo de la noche, el más fuerte registrando una magnitud de 4,4. Este fenómeno ha provocado una oleada de preocupación entre residentes y autoridades, que ahora se apresuran a evaluar el alcance de los posibles daños en edificaciones e infrastructura.
La serie de sismos ha generado alarma especialmente en las localidades de Pozzuoli y Bacoli, ambas ubicadas sobre la caldera volcánica conocida como Campos Flegréos, una zona que ha mostrado una actividad sísmica continuada recientemente. Ante la situación, Protección Civil ha activado su Unidad de Crisis en Nápoles y las áreas cercanas para coordinar una respuesta efectiva frente a los temblores.
El Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología (INGV) ha reportado que el temblor más significativo, con una magnitud de 4,4, fue especialmente perceptible debido a su poca profundidad, apenas a 2,6 kilómetros bajo la superficie en la zona de los Campos Flégreos, donde residen alrededor de medio millón de personas. Asimismo, los sismos se sintieron a lo largo de toda la ciudad de Nápoles, hogar de otro millón de habitantes, elevando la preocupación ante una densidad poblacional considerable.
En respuesta a la emergencia, numerosos vecinos de Nápoles y de zonas circundantes pasaron la noche al aire libre, temerosos de réplicas o de daños estructurales en sus hogares. Aunque por el momento no se han reportado heridos, sí han aparecido grietas en algunas edificaciones y desprendimientos de material de construcción, lo que ha llevado a la evacuación preventiva de tres edificios en Pozzuoli, afectando a 35 familias.
La región del Golfo de Nápoles se encuentra en un punto crítico entre el imponente volcán Vesubio y los Campos Flégreos, una caldera volcánica activa con multitud de cráteres, tanto sobre tierra como submarinos. Este territorio no solo es reconocido por su alta actividad sísmica, sino también por ser una zona de bradisismo, un fenómeno geológico que provoca la elevación del suelo debido a la acumulación de gas y magma bajo la superficie.
La magnitud del terremoto registrado recientemente es la mayor en la actual crisis de bradisismo que comenzó en 2005 y es el temblor más considerable en las últimas cuatro décadas. A pesar del susto y la preocupación generales, el INGV aún no ha confirmado un aumento en la velocidad de elevación del suelo, la cual actualmente es de 2 centímetros por mes, una cifra significativamente menor a la observada durante el bradisismo de 1982-1984.
Mientras la comunidad científica y las autoridades continúan monitoreando la situación y llevando a cabo evaluaciones de daños, la población de Nápoles y sus alrededores se mantiene alerta ante la posibilidad de más temblores en esta región históricamente vulnerable a la actividad sísmica y volcánica.