El mundo del psicoanálisis y la poesía sufrió una pérdida inmensurable el pasado 25 de marzo con el fallecimiento de Miguel Óscar Menassa. Su partida cierra un capítulo brillante en la historia contemporánea de estas disciplinas en España. Menassa, cuyo legado abarca seis décadas de arduo trabajo y dedicación, fue una figura paternal para muchos en el Grupo Cero, una comunidad que fundó y nutrió con su sabiduría y pasión.
Para honrar su vida y obra, se ha programado un emotivo homenaje que tendrá lugar el 20 de julio a las 19:00 horas en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, Sala Valle Inclán. Este evento, abierto al público hasta llenar el aforo, promete ser una conmemoración de la multifacética contribución de Menassa, no solo como psicoanalista sino también como poeta, pintor y cineasta.
Nacido en Buenos Aires en 1940, Menassa llevaba en sí la dualidad de las expectativas paternas: su padre deseaba que fuera médico, mientras que su madre lo inspiraba hacia la poesía. Esta dualidad marcó el tenor de su vida, brillando tanto en la arena científica como en la artística. A los 21 años, dio inicio a su prolífica carrera con la publicación de “Pequeña historia”, su primer libro de poesía. Su obra refleja no solo un profundo entendimiento de Freud y Marx sino también una eterna pasión por la poesía, elemento que le llevó a fundar y dirigir revistas de gran alcance como “El indio del Jarama” y “Las 2001 Noches”.
El Grupo Cero, fundado primeramente en Buenos Aires y luego trasladado a Madrid, es quizás uno de sus logros más destacados. Esta comunidad de psicoanalistas y poetas creció bajo la dirección de Menassa y su creencia en la fusión del psicoanálisis con la cultura, llevando conocimiento y arte a rincones desatendidos por los sistemas tradicionales.
Además de su impacto como educador y líder, Menassa dejó un legado como prolifico creador: autor de 80 libros, artista de miles de cuadros, y realizador de cortos y largometrajes. Fue propuesto para el Premio Nobel de Literatura en 2010 y, nuevamente, en 2023, reflejando el profundo respeto y admiración que suscitaba en su comunidad y más allá.
Su hija, Alejandra Menassa, evoca que más allá de sus contribuciones a la poesía y el psicoanálisis, el verdadero testamento de su vida es el Grupo Cero, continuando la misión de su padre de explorar y difundir la integración de estas disciplinas. Menassa fue maestro y mentor, un espíritu generoso cuyo legado perdurará, inspirando a futuras generaciones de pensadores, artistas y psicoanalistas.
La trascendencia de Miguel Óscar Menassa culmina en un legado de búsqueda incansable, integración de saberes y un profundo amor por el conocimiento y la humanidad. Su influencia perdura, invitando a la reflexión y al descubrimiento en el vasto campo del psicoanálisis y la expresión artística.
