María Jesús Montero, vicepresidenta primera del Gobierno, ministra de Hacienda y vicesecretaria general del PSOE, ha declarado que no está de acuerdo con la estrategia empleada por el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, quien busca notoriedad a través de la discrepancia. Las declaraciones de Montero llegan tras los recientes comentarios de García Page, quien criticó los acuerdos del PSOE con partidos independentistas.
En un acto previo a un desayuno informativo donde presentaba a José Ramón Gómez Besteiro como candidato del PSOE a la Xunta de Galicia, Montero expresó su opinión ante los medios, indicando que, en su opinión, no es el momento de tomar caminos diferentes y destacó que es fundamental unirse para frenar a la derecha y la ultraderecha.
García Page había mencionado el día anterior en Fitur, durante una conversación con presidentes autonómicos del PP, que el PSOE estaba posicionado «en el extrarradio de la Constitución» debido a sus alianzas con movimientos independentistas, y bromeó sobre su posible extradición, sugiriendo que luego podría recibir una amnistía.
Cuando se le preguntó si García Page aún tenía un lugar en el PSOE, Montero enfatizó que la notoriedad obtenida a través del conflicto con las líneas del Gobierno y del partido no es positiva, sugiriendo que García Page debería reflexionar sobre su conducta.
Para concluir, Montero subrayó la importancia de hablar abiertamente cuando se hacen declaraciones que, a su juicio, no se alinean con la realidad. Su respuesta marca una clara distancia con las críticas de García Page y destaca la búsqueda de unidad dentro del partido de cara a los desafíos políticos actuales.