La Mesa de la Caza de Castilla la Mancha ha manifestado su pesar por la publicación de la Orden de Vedas, que a su juicio desarrolla numerosas restricciones para el ejercicio de la actividad cinegética en esta región.
Por un lado, una vez más, se prohíbe la caza de dos especies de patos, el pato colorado y el ánade rabudo, además de imponer unos cupos de 2-3 piezas para otras tres especies, lo que sumado a las prohibiciones de caza en la mayoría de lagunas de la región colocan a Castilla La Mancha en la cabeza a nivel nacional de las prohibiciones y a la práctica desaparición de esta modalidad.
En este sentido, desde el sector cinegético se ha llevado a los diferentes Consejos de Caza un informe, al ser especies migratorias, que avalaba que estas dos especies no estaban atravesando ningún tipo de problema en sus censos a nivel europeo o a nivel nacional.
En otro orden de cosas, esta orden de vedas reduce el cupo de tórtola común a cinco piezas por cazador y día, lo que supone un grave perjuicio para los cazadores en la época de media veda, siendo esta reducción una cuestión que no fue abordada ni en los Consejos Provinciales ni en el Consejo Regional de Caza, lo que supone una medida impuesta sin previo debate y muestra clara de una nueva cesión del gobierno regional a las peticiones ecologistas.
En la media veda, además este gobierno ha retrasado el inicio de la caza de codorniz en las comarcas de la Serranía Alta de Cuenca y la Alcarria Baja de Guadalajara hasta el día 27 de agosto, considerando dicha medida un claro agravio comparativo con el resto de la región, máxime considerando que la mayoría de cultivos de dicha zona ya están cosechados antes del 15 de julio.
En el caso de la perdiz con reclamo, aunque se permite esta modalidad hasta el día 5 de marzo en municipios incluidos en comarcas con altitudes medias superiores a los 800 m., se reduce hasta el día 20 de febrero esta práctica cuando la altitud es inferior a esta cantidad, lo que supone una pérdida de quince días con respecto a lo que se estaba cazando hasta hace dos temporadas. Hay que recordar que Castilla La Mancha es el principal importador de cazadores de reclamo de España y que esta medida provocará grandes perjuicios económicos para la región.
Todo ello sumado a la limitación en el cupo de becadas, el incremento de los días en los que es necesario señalizar una cacería, la obligatoriedad de precintaje de trofeos nada más abatir la pieza y el incremento de las distancias de seguridad, ha provocado un profundo malestar en todas las organizaciones que conforman la Mesa Regional en Defensa de la Caza de Castilla La Mancha.
Para el sector cinegético son varios los años en los que se van incrementando la presión sobre la actividad cinegética con estas limitaciones, reduciendo año a año las especies cazables y en ningún caso se ha vuelto a incluir en la orden de vedas especies que habían sido eliminadas, incluso cuando los censos y los informes científicos lo avalan, como es el caso de la agachadiza común.
Por este motivo y ante el inmediato desarrollo y aprobación de la Ley de Caza, los representantes del sector cinegético de la región, la Federación de Caza, Aproca, Atica Castilla La Mancha, Atica Guadalajara, Asaja, la Federación de Galgos y Asiccaza han declarado que no permitirán un paso atrás más en los intereses de un colectivo que es uno de los principales dinamizadores del medio rural en esta región y, si es necesario, desarrollarán movilizaciones para defender esta actividad.
En cuanto a las amenazas de Ecologistas en Acción de recurrir la orden de vedas con el objetivo de seguir limitando las actividad cinegética, sin duda estas organizaciones se personarán en este proceso, pero envían un mensaje al Consejero D. Francisco Martínez Arroyo preguntándole si no es el momento de que, de una vez, esta Consejería deje de estar a los pies de una organización con un carácter radical, que representa a unas cuantas decenas de personas y cuyo único fin es la prohibición de la práctica cinegética.