En respuesta a la crisis de incendios forestales que ha devastado el área de Los Ángeles, el gobierno federal ha tomado una serie de medidas de emergencia destinadas a proporcionar los recursos hídricos necesarios y mejorar la respuesta ante desastres en California. La acción se produce en medio de una tragedia que ha dejado al menos 28 muertos, miles de desplazados y daños que se estiman en cientos de miles de millones de dólares.
Desde que comenzaron los incendios, los residentes de la región estuvieron expuestos a cómo las llamas consumían sus hogares y pertenencias, mientras los servicios de emergencia se veían obstaculizados por la falta de agua adecuada en infraestructuras de hidrantado y embalses vacíos. Ante esta situación crítica, el presidente ha afirmado que es una cuestión de interés nacional asegurar que el sur de California cuente con los recursos hídricos necesarios para prevenir y enfrentar futuros desastres.
El decreto establece una serie de directrices para los principales secretarios del gabinete, quienes deberán actuar rápidamente para garantizar un suministro adecuado de agua en el sur de California. En particular, el Secretario del Interior y el Secretario de Comercio tienen la responsabilidad de revisar y potencialmente sobrepasar las políticas estatales que obstaculizan la distribución de agua. Esto incluye la consideración de estrategias que permitan entre otros, la producción adicional de energía hidroeléctrica y la optimización del uso de infraestructura estatal y federal.
A medida que se avanzan en estas políticas, también hay un enfoque en ayudar a las familias afectadas en la región. Se ha ordenado a diversas agencias federales que desarrollen un estrategia integrada para proporcionar alojamiento a los desplazados por los incendios. Aquellos que han perdido sus hogares recibirán asistencia para la recuperación y la limpieza de escombros en un esfuerzo acelerado por permitir que las comunidades se reencuentren con la normalidad.
Además, el decreto reconoce que existen desafíos más amplios en la gestión del agua en California, lo que llevó a los legisladores a revisar constantemente las políticas existentes que han llevado a la ineficiencia en la respuesta a desastres. La iniciativa incluye una revisión exhaustiva de los programas federales que impactan la disponibilidad y gestión del agua, y también busca implementar un uso más efectivo de los fondos federales destinados a la preparación ante desastres por parte de las ciudades afectadas.
En esta atmósfera de crisis, muchos esperan que estas medidas logren no solo mitigar los efectos inmediatos de los devastadores incendios, sino establecer un camino más claro hacia la sostenibilidad y la efectividad en la gestión del agua y la respuesta a desastres en California en el futuro.
Fuente: WhiteHouse.gov
