En el mundo del diseño de interiores, la distribución del espacio en cocinas pequeñas ha cobrado gran relevancia. Según expertos en interiorismo, un ancho mínimo de 2,20 metros es esencial para que las cocinas con distribuciones en paralelo o en forma de U funcionen de manera óptima.
Este ancho no solo facilita el movimiento fluido, sino que también permite integrar electrodomésticos y áreas de almacenamiento eficientemente. La disposición en paralelo organiza muebles y electrodomésticos a ambos lados de un pasillo, facilitando el acceso a diferentes áreas. Por otro lado, la distribución en U, que ofrece un entorno más envolvente, también requiere un espacio adecuado para evitar un ambiente agobiante.
Arquitectos y diseñadores advierten que en cocinas con menos de 2,20 metros de ancho, la experiencia puede resultar incómoda. La falta de espacio limita el movimiento, complicando actividades cotidianas como la preparación de alimentos y la limpieza. Además, la circulación se ve afectada, comprometiendo la funcionalidad.
Para optimizar cocinas pequeñas, se recomienda emplear estrategias de almacenamiento inteligente y seleccionar electrodomésticos compactos que maximicen la funcionalidad sin sacrificar el estilo. Muebles modulares y soluciones de almacenamiento vertical son alternativas efectivas para aprovechar al máximo cada centímetro disponible.
En un contexto de viviendas cada vez más pequeñas, estos detalles de distribución son cruciales para transformar la cocina en un espacio funcional y agradable. La planificación adecuada se vuelve esencial para asegurar una experiencia culinaria satisfactoria, incluso en los espacios más reducidos.

















