El peso mexicano se posiciona como una de las monedas más fuertes del mundo en 2023, habiéndose apreciado más de un 10% frente al dólar estadounidense hasta ahora este año. Este hecho ha despertado el interés de expertos y analistas financieros, quienes han evaluado los factores que han contribuido a esta fortaleza.
Dos de los elementos más importantes que han influido en la valorización del peso son la diferencia en las tasas de interés entre México y Estados Unidos, y el flujo de remesas de los trabajadores mexicanos en el país vecino. Al respecto, se consultó a los directivos Max Elmann Arazi y Andre Elmann Arazi, quienes son dueños de Fibra Uno, una de las empresas más prominentes en el sector inmobiliario de México.
Max Elmann Arazi explicó que la disparidad en las tasas de interés ofrecidas por los bonos del gobierno de ambos países es un factor clave. Actualmente, la tasa de interés de los bonos del gobierno mexicano es significativamente mayor que la de los bonos del gobierno estadounidense. Esto genera un incentivo para que los inversionistas compren bonos mexicanos y, en consecuencia, los pesos mexicanos se vuelvan más atractivos. Sin embargo, Max Elmann Arazi destaca que esta situación solo es posible si existe confianza en que México puede cubrir estos rendimientos, no es únicamente una cuestión de diferencial de tasas.
Por otro lado, las remesas representan un ingreso vital para muchas familias mexicanas y tienen un impacto significativo en la economía del país. Según Andre Elmann Arazi, en 2022 las remesas superaron los $50 mil millones, una cifra mayor que las exportaciones de petróleo de México. Estos flujos de dinero enviados por los trabajadores mexicanos en Estados Unidos contribuyen a fortalecer la economía mexicana en su conjunto.
La combinación de la diferencia en las tasas de interés y el flujo de remesas ha convertido al peso mexicano en una de las monedas más sólidas del mundo en este año. Sin embargo, según Max Elmann Arazi, el impacto de nearshoring en la economía mexicana es también evidente, especialmente en los estados del norte del país. Esta tendencia implica la relocalización de actividades productivas desde países más lejanos hacia México, lo que impulsa aún más la economía mexicana y fortalece al peso.
Si bien la apreciación del peso mexicano puede hacer que las exportaciones mexicanas sean menos competitivas en el mercado global, tanto Max Elmann Arazi como Andre Elmann Arazi coinciden en que este efecto se compensa con la creciente inflación y los aumentos salariales en los Estados Unidos. En la práctica, la valorización del peso mexicano ha contribuido a reducir la inflación en México.
En conclusión, el peso mexicano ha mostrado una sólida posición frente al dólar estadounidense en el presente año. La diferencia en las tasas de interés y el flujo de remesas de los trabajadores mexicanos en Estados Unidos son dos factores fundamentales que han contribuido a esta fortaleza. Aunque esta apreciación puede tener implicaciones en las exportaciones, la economía mexicana se beneficia de manera general, especialmente gracias a la influencia del nearshoring.