Se trata de una actividad organizada por la Hermandad-Mayordomía de la Virgen de la Piedad y el Cristo de Gracia y que propuso expresamente el historiador Mario López-Barrajón, encargado de ofrecerle al público la interesante charla acerca de decoración de la ermita de intramuros, para muchos desconocida.
Además de una pequeña introducción con la decoración interior de la ermita y donde se hizo un pequeño repaso por la Historia de la misma, López-Barrajón centró especialmente su conferencia en los murales que se pueden ver en el techo del emblemático edificio, “que son grandes desconocidos y, sin embargo, es un conjunto pictórico muy interesante”, afirmaba Mario.
Estas pinturas son obra del pintor criptanense Francisco Valbuena aunque los archivos también hacen referencia a su padre por lo que las pinturas fueron ejecutadas también, en parte, por Ignacio VAlbuena, aunque el reconocido nacional e internacionalmente era hijo de Francisco Valbuena Quintanar.
De acuerdo a la explicación de Mario López-Barrajón, este pintor ya había trabajado anteriormente para el Ayuntamiento realizando la portada de algunos libros de Festejos, elaborando trabajos publicitarios, de hecho fue el creador de la imagen corporativa de Chocolates Dulcinea. Por ello la Mayordomía de la Virgen se fija en ellos para la realización del conjunto pictórico que, desde entonces, decora la bóveda y las paredes de la ermita.
El proyecto para empezar a decorar la ermita data del año 1964 y es en 1965 cuando se ejecuta el trabajo, concretamente entre los meses de marzo y agosto. “Es un momento curioso porque son los años inmediatamente posteriores al Concilio Vaticano II lo que va a limitar y controlar mucho todo lo que es la producción artística de la Iglesia y, sin embargo, la Mayordomía decide emprender este camino”.
Además de la decisión de llevar adelante el proyecto, la Mayordomía también se encarga de realizar los pagos al artista, concretamente los trabajos costaron 50.000 pesetas, y como dato curioso fueron pagadas a Francisco Valbuena a través de su padre en dos pagos de 25.000. Además de 2.500 pesetas en gastos para el mantenimiento y dormir.
Sin embargo, los temas de las pinturas los deciden los propios artistas, no es raro suponer que los sacerdotes del momento pudieran dar algún tipo de indicación, pero se trata de un programa en esencia mariano donde se pueden ver escenas de los Misterios Gozosos, Dolorosos y los Gloriosos repartidos en las naves y concluyendo la bóveda que recoge el momento de la Resurrección y Ascensión de Jesucristo a los Cielos.
La actividad se volverá a repetir el miércoles, 19 de agosto, a las 19:30 en la ermita de la Virgen de intramuros con todas las medidas de seguridad y el aforo limitado.