Mario Arellano, designado ‘Hijo Predilecto’ de Toledo en reconocimiento a su encomiable labor

Mario Arellano recibe el nombramiento como 'Hijo Predilecto' de Toledo con "la satisfacción del deber cumplido"

Mario Arellano, un nombre que resuena con admiración y respeto en los pasillos de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo, ha sido reconocido por su prolífica y dedicada contribución a la investigación. A sus 94 años, la ciudad de Toledo le ha otorgado el honor de ‘Hijo Predilecto de la Ciudad’, señal de una vida de compromiso y amor por la cultura e historia toledana.

La entrega del galardón ha sido motivo de gran felicidad para Arellano, como ha compartido con Europa Press, destacando la emoción de que su querida ciudad le brinde tal reconocimiento. Su vínculo con Toledo surge de esa pasión que palpita por sus calles: «Queriendo a Toledo y que te reconozcan en Toledo, pues es muy agradable a todo el mundo».

La carrera de Arellano ha estado marcada por su incansable ética de trabajo, centrándose exclusivamente en «trabajar, trabajar y trabajar», siempre con agrado y dedicación. Incluso ahora, continúa con su labor investigativa, aunque de manera más pausada con el paso del tiempo.

Toledo, la Ciudad Imperial, ha sido el centro de su vida y estudio, un lugar que, según Arellano, cada día cautiva a más viajeros gracias a su rica historia y su arte. Es consciente de la relevancia histórica de Toledo, destacando su rol como una capital mundial en el siglo XVI. El respeto que muestra hacia la ciudad es evidente en cada palabra, describiéndola como «una verdadera joya» que alberga historias y rincones que fascinan y transportan a otras eras.

Mirando hacia el futuro, Arellano se muestra optimista: sostiene que en unas décadas, Toledo seguirá siendo fiel a su esencia, adaptándose y evolucionando con el tiempo. Este optimismo se extiende a la población toledana, a la cual confía la tarea de continuar engrandeciendo y mejorando la ciudad en todos sus aspectos, culturales y artísticos.

Mario Arellano es un verdadero reflejo de la esencia toledana, y su consagración como ‘Hijo Predilecto’ no solo honra su trabajo sino también el espíritu indomable de una ciudad que ha sido, y seguirá siendo, un epicentro de cultura e historia.

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